Hola, chicos. Vuelvo por aquí para entregarles este último especial. (Se me ocurrió casi de repente jajaja). Pero lo necesitaba para refrescar un poco sus memorias y así poder dejar al final del capítulo algunas preguntas que agradecería mucho que respondieran para saber cómo ven a ustedes a los personajes de mi historia.
¡El capítulo no es canónico!
Sin más que añadir ↓
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Corría a todo lo que le daban las piernas para huir de los lanzadores que lo perseguían.
«¿Pero qué está pasando?», se preguntó Eli.
Hacía una hora él y su banda habían llegado a la Caverna Espina de Pez, respondiendo a una alerta de saqueadores.
Y resultó que no solo no habían saqueadores en aquella Caverna, sino que se toparon con un considerable grupo de lanzadores que en cuanto los vieron se lanzaron a perseguirlos por todos los callejones y callejuelas por los que intentaban escapar.
Los disparos les pasaban zumbando en los oídos, y por la cantidad que eran, sus ataques eran fácilmente neutralizados por los otros.
—Hay que separarse. —Había dicho Trixie.
Él asintió y todos prosiguieron a separarse en la calle de cuatro caminos a la que salieron después de sortear las babosas de aquellas personas.
Los lanzadores se dispersaron también, pero no se imaginó que a varias cuadras más adelante todos volverían a aparecer.
¡Lo querían a él!
«¡No puede ser!». Los habían engañado. Ellos sabían que iban a separarse y los hicieron creer que habían caído en su juego.
Corrió más rápido.
—¡Ya casi lo tenemos! —gritó uno.
—No, no lo creo —dijo Eli y usó las cañerías de un edificio para subir al techo.
La risa de los otros comenzaron a resonar.
¡Se estaban divirtiendo!
Continuó corriendo, usando a Tejedora para pasar de un tejado a otro.
Su estrategia poco a poco fue dando resultados. Aquellos lanzadores fueron quedándose atrás. Y cuando calculó que ya se había alejado lo suficiente, usó otra cañería para descender a otro callejón y esconderse.
¿Pero qué estaba pasando? ¿Por qué aquellos lanzadores iban detrás de él?
No tuvo mucho tiempo para pensar. Algo le cubrió el rostro y apenas tuvo un par de milisegundos para intentar llevarse las manos al rostro antes de sentir un olor muy fuerte y horrible que lo hizo perder la consciencia.
(…)
No supo cuánto tiempo estuvo dormido, pero el dolor de cabeza consiguió despertarlo. Emitió un quejido.
El sonido de un tren se hizo presente.
Intentó cubrir sus orejas, pero sus manos no se movían. Se obligó a abrir los ojos y parpadeó, preguntándose por qué su visión era tan turbia.
¿Se había desmayado? Y, ¿por qué tenía tanto frío?
El techo encima suyo parecía borroso, desenfocado. Pero distinguió el color gris del cemento. Miró a un lado. Había una silla y una mesa, y un pobre foco colgando en medio del techo.

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Secretos de un Shane
FanfictionComenzó a acercarse a la puerta hasta que distinguió la voz de una persona murmurar. -Lo siento, Will Shane, pero ya no puedo seguir callando esto. Tu hijo merece saberlo. Un segundo... ¡¿Qué acababa de decir?! -¿Profesor?- habló Eli, quién ya había...