Twila, una vez que salió del refugio, caminó hasta la motocicleta que había dejado algo alejada del refugio para que no la escucharan llegar. La montó y condujo hasta el apartamento que había estado rentando hasta ese momento.
Todo el camino tuvo que soportar los reproches de Zip. Pero eso era lo de menos.
Una vez que llegó, subió hasta su habitación y acomodó la última reliquia junto con las otras.
—¡Al fin! —gritó relajada, se quitó el auricular y luego se tiró a su cama para descansar.
Ahora solo quedaba lidiar con Eli.
Su descanso no duró mucho porque su auricular comenzó a sonar.
Seguramente era Zip... otra vez.
Twila, con toda la pereza del mundo, se levantó y se colocó el auricular.
—¡Hola, Twila! —saludó una voz que no era la de Zip sino la de Aurora.
—Hola, Aurora. Adivino, asesinaste a Zip para quitarle el auricular —bromeó Twila.
—¡¡¿Qué?!! —chilló ella, ofendida—. ¡Claro que no! ¿Acaso no puedo llamar a mi hermana favorita?
Twila comenzó a carcajearse.
—Aurora, soy tu única hermana —le recordó.
—Eso ya lo sé. Pero con que seas la única hermana que tengo no significa que no seas mi favorita. Dime, ¿cuándo vas a acabar con esta locura?, ah, no, ahora recuerdo, ¡¡acabas de cometer la peor idiotez de toda tu vida!! ¡¡¿Cómo se te ocurrió proponerle a Eli encontrar a... a esa persona?!!
—Así que Zip ya te fue con el chisme.
—¡Claro que me fue con el chisme!, él tampoco puede creer que te estés metiendo en este asunto. Y más cuando tú eres su...
—Se lo prometí, Aurora. Y sabes que siempre cumplo lo que prometo —respondió Twila ya fastidiada.
—¿Hablas de la noche en la que lo viste casi al borde de las lágrimas y sentiste tanta lástima por él que accidentalmente le dijiste que lo ayudarías en lo que pudieras para encontrar a su padre?
—Veo que tendré que cortarle la lengua a Zip.
—La idea de que Eli recupere a su padre me parece genial, se ve que ha sufrido bastante por su ausencia. Pero tú no eres la persona indicada para eso. Recuérdalo, Twila, tú eres su hi...
—¡Ya basta, Aurora! —cortó Twila. Aurora ya estaba caminando sobre hielo muy delgado—. Todos ustedes me lo han recordado desde un inicio y estoy consciente de eso. Además, las cosas no son tan fáciles como lo que estuviste apunto de decir. Y no lo serán jamás.
**********
Cuando Twila salió del refugio el profesor Uriel volvió a llamar a la banda.
Prácticamente suplicó hablar con Eli, y él no tuvo de otra más que aceptar.
En gran parte aceptó porque necesitaba una ventaja sobre Twila. Algo para tenerla bajo control en caso de que no quisiera cumplir su trato. Y tal vez el profesor Uriel pudiera dársela.
Le costó mucho convencer a la banda para que lo dejaran ir solo.
Los entendía. Después de todo, aún tenían miedo de que volviera a desaparecer.
(...)
Una vez que llegó al Instituto de Tecnología, bajó de su mecabestia y entró. Caminó por los pasillos y le preguntó a un par de estudiantes en dónde estaba el profesor Uriel.
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Secretos de un Shane
FanficComenzó a acercarse a la puerta hasta que distinguió la voz de una persona murmurar. -Lo siento, Will Shane, pero ya no puedo seguir callando esto. Tu hijo merece saberlo. Un segundo... ¡¿Qué acababa de decir?! -¿Profesor?- habló Eli, quién ya había...