Capítulo 1: Despertar

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Inicio del arco 1: «El inicio del camino»

Luz. Un tenue brillo que iluminaba su rostro putrefacto, sus ojos carmesíes observando el origen de aquella luz: un agujero, un gran hueco a varios metros de distancia.

Se sentía somnoliento, su cuerpo estaba entumecido. Trató de pararse, pero cayó a un rocoso suelo. Intentó levantarse, pero no tenía fuerzas.

¿Por qué no puedo moverme?, pensó, sin comprender la situación en lo más mínimo. No, ¿por qué estoy aquí? ¿Qué es este lugar? Y... ¿quién soy?

Sentía que había despertado de un largo sueño. Su mente estaba vacía, no había recuerdos de ningún tipo. Intentó rememorar algo, un olor, un sabor o el rostro de alguien, pero sólo sintió un dolor de cabeza.

Volvió a intentar levantarse, sintiendo cómo la percepción del tacto lo inundaba. Sintió el olor putrefacto, el frío del lugar, el ruido de algo fuerte cayendo a lo lejos. Antes de darse cuenta, podía percibir el mundo de nuevo.

Esto es raro, pensó mientras tomaba fuerzas para levantarse. Me siento raro, todo lo es, para ser sincero. No recuerdo nada, estoy en un lugar oscuro, no podía percibir mi entorno y hasta ahora no podía moverme. Esto parece algún tipo de sueño extraño.

Caminó en línea recta, siguiendo el origen del tenue brillo. Haciéndolo, se dio cuenta de que tenía el torso descubierto, el cual poseía una piel pálida y varias heridas abiertas. Su cuerpo tenía varias zonas destrozadas, como si hubiesen sido devoradas por animales salvajes. Sus manos eran delgadas, viéndose los huesos de los dedos. Sus piernas apenas llevaban pantalones negros rotos, los cuales estaban manchados de sangre seca. Sus pies eran lo más normal, aunque tenía el dedo gordo del pie derecho sin piel ni carne.

Estoy muerto, pensó. Y, sin embargo, no siento miedo. No tengo esa sensación de escalofrío recorriendo mi columna. Me siento "normal", pues.

Continuó su trayecto, encontrándose con el gran agujero de donde provenía la luz. El intenso y repentino brillo que salió lo cegó, pero no le impidió moverse. Y así fue, ya que dio un paso, otro y...

Antes de darse cuenta de qué sucedía, sintió un fuerte desequilibrio y cayó con la misma delicadeza que una avalancha. Un gran estruendo se oyó cuando chocó con una superficie sólida, revolviendo todos sus sentidos por un instante.

Okey, no me esperaba eso, pensó mientras trataba de levantarse, sintiendo su brazo derecho débil. No siento dolor, al parecer. Bueno, estoy muerto al fin y al cabo. Aunque aún puedo romperme algo, por lo que veo.

Su podrido brazo derecho estaba dislocado y su muñeca colgaba sin fuerza. Se levantó con su brazo "sano", por así decirse, y trató de acomodar su extremidad. No logró mucho más que oír cómo se estiraba algo y sentir un tirón.

Dándose por vencido, decidió observar su entorno: era un lugar montañoso, con una pequeña cascada donde él había caído. Bajo sus pies se encontraban un montón de rocas, donde también había algo peculiar.

Se agachó, agarrando por la empuñadura la gastada espada que estaba tirada. Observó su hoja, la cual tenía mellas y estaba manchada de sangre seca. Sintió algo familiar al ver el arma, como una especie de picazón en la nuca.

—Esto lo usé en vida. —Salió como si fuese una segunda naturaleza, como si su instinto le obligara a pronunciar esas palabras, las cuales parecían dichas por un viento aullante de algún aterrador abismo, algo que trataba de imitar la voz humana.

Una serie continua de recuerdos, los fragmentos de una larga película. El miedo a la muerte, la adrenalina de correr, los gritos, el golpe entre espadas, la carne siendo desgarrada y el último respiro ante la inevitable llegada del fin de la vida. Todo inundó su mente, dándole dolor de cabeza y una pista.

—Fui perseguido —dijo—. Me escondí de esas personas, maté a algunas con tal de sobrevivir y corrí tanto que apenas podía respirar. Estaba al borde la muerte e hice todo lo posible con la esperanza de evitarla. Y, aun así, no lo logré. Suspiré por última vez, pensando en qué pude haber hecho para evitar todo eso.

Sentía las cosas tan claras y, a la vez, tan confusas. ¿Por qué lo perseguían? ¿Qué había hecho? ¿Cuál era la razón tras tal persecución y derramamiento de sangre?

—Estoy desorientado —suspiró, sentándose sobre una de las rocas más grandes para no hacerlo sobre el agua—. No sé dónde estoy, quién soy, el porqué me mataron y cómo es posible que haya revivido. Esto realmente parece un sueño...

Su monólogo fue interrumpido en cuanto sintió un tirón en su hombro y un crujido. Miró su brazo derecho, notando cómo se movía solo y volvía a acomodarse.

—Bien, ¿ahora qué mierda se supone que es esto? —Estaba harto de tantas preguntas, suspirando y levantándose—. Por lo que veo, puedo regenerar mis heridas o algo así. Aunque eso no incluye las que recibí antes de morir y durante el período en que era un simple cadáver. Bueno, la regeneración me puede ayudar en el futuro.

Bajó la mirada, viendo su reflejo en el agua. Allí, notó cómo su cara estaba despellejada en algunos lugares, su cabello rubio se había convertido en mechones y sus ojos brillaban con un carmesí siniestro. También se dio cuenta de que tenía una vaina para espadas colgando de su cintura.

—Okey, ¿qué quieres de mí, entonces? —preguntó al cielo, como si quisiera hablar con algún dios o directamente el destino mismo—. ¿Qué viaje por el mundo en busca de respuestas o algo? Dejándome varado aquí, sin recuerdos concisos, con una espada y regeneración, parece que esa es tu idea. Pues bien, eso mismo haré con tal de encontrar una maldita solución a toda esta mierda.

Dirigió su mirada al frente, observando un paisaje montañoso con pocos árboles y un río que iba recto hacia el horizonte. Allí, se podía ver la silueta de lo que parecía una ciudad.

—Voy a buscar respuestas.

***

Hola de nuevo a cualquier seguidor que pueda estar releyendo esto (cosa que dudo). Como podrán ver, esta reescritura de por sí cambia los diálogos: en vez de las comillas inglesas, ahora uso rayas de diálogo. Es un cambio que hice para que sea más acorde al castellano y la apariencia más elegante, nada más.

También alargué el prólogo, agregando una introducción más profunda y sentando las bases más fundamentales: al protagonista, su rara existencia, el factor regenerativo, el lugar y el objetivo actual. No son grandes cambios por el momento, pero creo que es mejor al anterior prólogo, aunque puede ser algo pesado para la gente que quiera leer algo corto (si eres ese tipo de persona, no te recomiendo leer No-Muerto, ya que los capítulos tienen de entre 1700 y 1800 palabras para adelante).

Si eres un lector nuevo, te recomiendo no esperar que haya romance (no aún ni tan exagerado) y mucho fanservice. Esta historia también contiene bastante violencia y cosas poco agradable para gente sensible (violación, por ejemplo). Y, ya que estamos, recomiendo que pases a ver si te gusta El Cazador Aberrante, mi segunda historia favorita y la que, a mi parecer, tiene más potencial argumental.

Por cierto, no esperen mucho de las notas de los capítulos. Trato de explicar algunas cosas y agregar datos, nada más. No voy a sacar un tema de la sociedad (películas, novelas, etc.) y esas cosas a menos que estén relacionadas a No-Muerto o alguien me pregunte.

Que tengan buen día, tarde o noche.

No-MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora