Inicio del arco 4: «Dos personas, dos luchas»
El invierno había llegado al Imperio gherciano y las temperaturas eran bajas, contrastando con el calor típico del país. Sin embargo, a pesar de ello, las personas iban de un lado a otro en la Ciudad de Tárol y el bullicio típico opacaba la mayoría de sonidos.
Entre las calles atiborradas de gente, una mujer vestida con una túnica andrajosa caminaba a velocidad media-rápida. Su cabeza en alto y su expresión indiferente le daban una extraña similitud con los militares. Ya varios la conocían en la ciudad, algunos saludándola y otros evitándola por el miedo.
El tiempo corre, pensó Saya, haciendo caso omiso a cualquier interacción innecesaria.
En su mente aún era vívido el intenso deseo de volverse más fuerte, el pésimo estado de Sarah volviéndose el combustible de la llama de venganza que ardía en su interior. Su maldición de no-sentimientos no había hecho más que debilitarse con el pasar de las semanas, poco a poco la humanidad siendo recuperada.
Tras ya varios meses desde que Saya se convirtió en mercenaria, su reputación crecía cada vez más. Su frialdad contra todo aquel al que consideraba enemigo, la crueldad que surgía de su intento de volverse más fuerte al obligar a luchar a sus oponentes de diversas formas, su comportamiento indiferente y sus increíbles habilidades la convirtieron en alguien popular, tanto para bien como para mal.
No puedo evitar no sentirme un poco emocionada, pensó Saya mientras recordaba los detalles de su nueva misión.
Contrario a su modus operandi, la muerta viviente había recibido una petición en vez de buscar un trabajo. Y es que un importante comerciante del Reino de Xyrnalia había escuchado de su creciente y notable reputación, pidiéndole que sirviera como guardaespaldas de su hijo, quien estaría de vacaciones en el Imperio gherciano bajo la protección política de su hermana mayor. Tendría que ir al Ducado de Crálaga, en el extremo este-sudeste.
Saya jamás se había siquiera acercado a territorio xyrnaliano, por lo que una pizca de curiosidad y emoción se había instalado en su mente. Si la maldición de no-sentimientos hubiese estado en su punto álgido, hubiese actuado con total indiferencia.
En caballo, el viaje desde el Imperio gherciano y el Reino de Xyrnalia tomaría alrededor de un mes y medio si se descansa lo suficiente. Saya no planeaba ir acompañada de alguien, como lo sería ir en carreta, debido a que no quería ningún peso muerto que la retrasara. Lhepas y Sermya, quienes se unían a sus misiones bastante seguido, fueron rechazados al instante.
Para su desgracia, incluso sin ningún acompañante que la retrasara y usando magia, a Saya le tomaría aproximadamente poco menos de un mes en llegar a Xyrnalia.
Esto va a tomar un buen tiempo.
***
Este arco, a diferencia del anterior, será de desarrollo emocional para Saya, la protagonista de esta parte. Como mencioné anteriormente en uno de los capítulos, Harry y Saya son monstruos, sin glorificar ni nada por el estilo. Mi intención es retratarlos como tal a los lectores.
Ya dicho eso, es hora de que eso cambie. En este arco, Saya obtendrá finalmente un desarrollo que la aleje de ese concepto y que la convierta en una verdadera persona. ¡Y encima podré profundizar en el olvidado Reino de Xyrnalia y los omitidos elfos!
Por cierto, a partir de este arco, los conjuros, hechizos y títulos mágicos serán escritos con mayúscula inicial. ¿Por qué? Pues porque es mucho más fácil de redactar y evitar posibles confusiones, ¡además de que se ve bien!
Que tengan buen día, tarde o noche.
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No-Muerto
FantasyLa búsqueda de la verdad, de sí mismo, es lo que lo impulsa en primer lugar. Sin embargo, más personas entran en su vida y lo llevan a un propósito mayor; pero, para llegar a obtenerlo, tendrá que recorrer un camino lleno de sangre.