Capítulo 19: Aprendizaje familiar (Parte 4)

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—Ahora, vayamos a lo que seguro les importa más —dijo Luke—: el lado ofensivo de la magia de la luz. Como sabrán, es un elemento con un enfoque en la purificación, en un grado amplio de significados. Destruir es un uso poco común para este lado de la magia.

» Voy a enseñarles cómo usar la luz como un arma.

Una esfera de energía lumínica apareció sobre la punta de su dedo índice derecho.

—No sé si lo sabrán, pero para solidificar un conjuro de luz hay que crear toda una estructura, una especialización de la magia de la luz llamada «solidificación/construcción lumínica»; los que usan dicho método son llamados «arquitectos fulgentes» —explicó Luke—. Hay que crear un «esqueleto», por así decirlo, que sirva como base para que el conjuro no se desmorone. Luego, se le da masa con el maná y se le termina por crear un exoesqueleto para la resistencia.

La esfera de energía primero se solidificó por dentro, luego por completo y se le agregó una capa extra que generó una función protectora para que no se rompiese al primer contacto. El proceso fue muy lento, dándole tiempo a Harry y Saya para tomar nota mental sobre el procedimiento de solidificación.

—Ahora traten de replicar mi método —dijo Luke—. Será costoso en maná, así que en esto consistirá toda la clase de hoy. Los dejaré solos; iré a hablar con Arnold.

Los hermanos no-muertos asintieron antes de empezar a practicar. El gran mago mostró una ligera sonrisa de aprobación antes de marcharse.

*

A través de prueba y error, mucho error, Harry y Saya empezaron a aprender sobre el lado destructivo de la magia de la luz. Al menos sus bases. Estuvieron poco más de tres horas en el patio de la mansión feudal practicando, tratando de ahorrar todo el maná posible y tomando tiempos para discutir sobre el asunto. Un proceso lento que continuó durante los siguientes días.

Ambos intercalaron sus entrenamientos con Jonathan, Qashke e Igroria y Luke por un par de semanas. Las construcciones duras son un tema complejo en la magia de la luz, por lo que no fue nada fácil avanzar en ese campo. Les costó mucho maná y demasiadas fallas conjurar perfectamente un sólo conjuro sólido, el cual duraba poco debido al gasto energético y de concentración.

Por otro lado, aprendieron bastante de Jonathan, Qashke e Igroria. Las técnicas de batalla del primero les ofrecieron agilidad y velocidad, mientras que las de la última les dieron potencia y trucos sucios. En cambio, la Ambigüedad Druídica les otorgó una visión profunda sobre la magia de la tierra, la cual implementaron en sus estrategias de lucha. Además, usaron ese conocimiento para mejorar en la solidificación de magia lumínica.

Dejando de lado la magia kiniana...

Harry y Saya lograron perfeccionar sus habilidades con la magia biológica. No sólo disminuyeron el consumo de maná, sino que pudieron eliminarlo por completo, convirtiendo la mente en la base y el combustible de los conjuros y hechizos. Sin embargo, el «lanzamiento mental» (como lo denominaron ellos) es algo que ocupa demasiado enfoque y cansa la psique. Aunque eso generó un efecto que fortalecimiento mental que les dio mayor dominio sobre la magia en general.

Durante sus prácticas, pudieron combinar la magia biológica con el resto de elementos. Crearon el conjuro «cirugía incineradora», tomando como base la bola de fuego verde que Harry creó la primera vez y la magia original: «cirugía psíquica». Y, ya que estuvieron, decidieron clasificarlos los conjuros y hechizos en: puros (requieren sólo la mente como base y combustible) y mixtos (o combinados, requiriendo maná y elementos mágicos de Kinia).

«Cirugía incineradora» usa la magia biológica e ígnea, la primera dirigiendo a la segunda para quemar sólo las células del objetivo. La versión original, en cambio, las destruye con el puro poder mental del lanzador. La recreación mixta requería bastante maná y concentración, pero los resultados valían la pena.

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