El Imperio gherciano, al haber sido fundado por personas de otro mundo (Damián Méndez y Aiko Tanaka) y de otras partes de Kinia, tiene una cultura amplia y diversa, algo que se amplificó en la actualidad gracias al fácil acceso al país. Por ello, es fácil ver, por ejemplo, comidas de otra nación o de la Tierra.
—Sabe mejor de lo que esperaba —comentó Sarah, sentada afuera de un local de comida.
—Digo lo mismo —dijo Jonathan, quien engullía el equivalente kiniano de una hamburguesa, el cual tenía carne de laucrota.
Del tamaño de un asno, cabeza de caballo, cuello y patas delanteras de león, cuartos traseros de ciervo y una columna vertebral muy fuerte, la laucrota es una bestia mágica caracterizada por su larga y desmesurada boca de dientes afilados. Su carne es exquisita y codiciada por los tarolenses y gran parte de las ciudades sureñas del Imperio gherciano.
La hamburguesa, al igual que otro tipos de comidas de la Tierra, fue inventada y comercializada por Paul Jackson el Decapitador, uno de los campeones invocados. En la región sur del Imperio gherciano es común cambiar la carne convencional con la de laucrota.
Luego de un sueño rejuvenecedor, Sarah y Jonathan despertaron a la mañana siguiente. Habiendo estado tanto tiempo lejos de la civilización, decidieron recorrer la ciudad. En el camino, se encontraron con un local de comida y decidieron probar una hamburguesa.
—Por cierto, ¿dónde está el resto? —preguntó Sarah tras masticar un poco.
La joven demonio ya se encontraba en mejores condiciones en cuanto a salud mental. Luego de tantos meses de angustia, podía sentirse medianamente normal; la melancolía y el dolor de la pérdida persistía, pero su presencia era menor y aguantable.
—Harry está hablando con Beltran y Saya sobre asuntos importantes —respondió Jonathan tras tragar un pedazo de hamburguesa—. Sermya y Lhepas están tratando de acostumbrarse a la ciudad a la vez que compran algunas cosas.
—Deben estar nerviosos —dijo Sarah, refiriéndose a los últimos—. La aldea no es ni remotamente parecido a una urbe como ésta. La ciudad está demasiado llena en comparación a nuestro.... hogar.
La mención de su lugar de nacimiento la entristeció un poco, deformando de forma leve su suave sonrisa. Sin embargo, ese sentimiento desapareció tan rápido como surgió.
—Dejando eso de lado —dijo Jonathan, sabiendo que sumergirse en ese tema podría hacer más mal que bien—, ¿qué vas a hacer?
—¿A qué te refieres? —preguntó Sarah con una ceja en alto.
—Ya sabes, tu futuro —explicó Jonathan—. Ahora estamos en el Imperio gherciano, el cual es bastante seguro. A menos que salgamos de la ciudad, tendremos paz y tranquilidad. Creo que sería hora de que encuentres un nuevo objetivo más allá de sobrevivir.
—¿No sería lo mismo para ti? —preguntó Sarah con una sonrisa—. Después de todo, sólo trabajas como mercenario para continuar viviendo.
—En cierta parte, sí —rió Jonathan—. Sin embargo, tengo un objetivo más o menos definido: asentarme. Por mucho que me guste tener menos responsabilidades que un ciudadano común, ser nómada debido a mi oficio no me parece lo mejor, ¿sabes? Quisiera tener una casa y estar contigo, vivir como una persona convencional.
—Ah, ¿sí? —Una gran sonrisa se formó en Sarah, quien estaba alegre de que el deseo de su amado la incluyera de esa manera—. Je, suena lindo. Me gusta, pero no creo que pueda hacerlo por completo. No ahora, al menos. Después de todo, quisiera estudiar en la Academia Imperial de Artes Mágicas.
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No-Muerto
FantasyLa búsqueda de la verdad, de sí mismo, es lo que lo impulsa en primer lugar. Sin embargo, más personas entran en su vida y lo llevan a un propósito mayor; pero, para llegar a obtenerlo, tendrá que recorrer un camino lleno de sangre.