No-Muerto

Capítulo 86: Una lágrima (Parte 1)

El Reino de Tazerría es un país de Seor ubicado en la isla de Neswalia, la más grande y que está en el centro. Dicho Estado se encuentra al sur de Wescrón y al suroeste de Caserigba.

Fue fundado por la humana Belinda Acomantti, una archimaga de fuego que masacró a miles de bestias y monstruos altamente hostiles, unificando los pueblos de la zona. Esto lo logró con ayuda de la, entonces recién establecida, República de Caserigba a través del estrecho lazo de amistad que tenía con su fundador: Declan Niv'Ik, un orco ya muerto al igual que ella.

Dentro del territorio tazerriano, la Ciudad de Altalogna, en el extremo este y dando directamente con el mar. Aquella parte del país es estrecha, compartiendo frontera con Caserigba y la República de Skatrán, la cual se encuentra al sur de Tazerría.

Debido a ello, Altalogna es un punto portuario con bastante diversidad y el mejor lugar para conseguir productos de los tres países. Es un lugar turístico gracias a eso y la playa junto a la vista, teniendo múltiples establecimientos de diversa índole.

—¡Más por aquí! —exigió una persona dentro de un bar en particular.

Con una sola vista se le podría reconocerle como una roc: su plumaje plateado chispeaba con poder de vez en cuando, su pico celeste al igual que sus ojos y su altura de tres metros. Gracias al penacho típico de las hembras en su cabeza, Tazra Éguix no podría ser confundida con un hombre, más teniendo en cuenta su voz femenina.

Luego de varios años trabajando como mercenario, su familia había muerto debido a problemas causados por ella misma, su vida volviéndose un desastre tras ello. Se ahogó en el alcohol para no pensar en eso, guardando consigo un collar de madera tallado a mano que hizo su hermana menor antes de morir y que se suponía sería su regalo de cumpleaños.

Siendo depresiva, alguna vez fue una carismática y amistosa mujer. Lo único que sacaba esas cualidades suyas era el alcohol, aunque de forma algo retorcida. Cuando estaba borracha, casi siempre era una lujuriosa, cosa que sería aprovechada en su contra. Otra vez.

—Buenas noches —dijo un hombre al que no conocía, quien se sentó frente a ella como si nada.

—¿Uh? —Tazra entornó los ojos, viendo a la persona enfrente con curiosidad y cierta obscenidad—. ¿Y tú quién eres, guapetón?

—Sólo un hombre interesado en una aventura —respondió Harry, utilizando sus pulidas habilidades de actuación para fingir un tono increíblemente coqueto al igual que una sonrisa traviesa.

Su rostro y cuerpo habían sido cambiados con la técnica de metamorfosis, sus facciones y contextura siendo retocados para entrar en los estándares de Tazra. Qaxión, quien había recolectado información sobre la roc, ayudó bastante en el proceso.

Sólo tengo que hacerla bajar la guardia y será pan comido, pensó Harry con astucia.

—Mm, suena interesante —dijo Tazra con una sonrisa, bebiendo un rápido y profundo trago de la cerveza recién servida—. ¿Qué te parece ir a disfrutar un poco? Conozco una buena posada.

Su tono ya decía suficiente sobre su nivel de lujuria y de alcohol en sangre, por lo que Harry aceptó de inmediato. Otro trago de cerveza y una corta charla después, ambos ya estaban saliendo del bar.

Esto va a ser fácil, calculó Harry mientras caminaban. En cuanto me dé la espalda, sólo tendré que atravesar su corazón con Terror. Necesito usar mi máxima velocidad y poner toda mi fuerza en un único y certero ataque.

—Sabes, no me gusta hablar en momentos como éste —comentó Tazra de pronto—, pero me recuerdas a alguien.

—Ah, ¿sí? ¿A quién? —Harry le siguió el juego.