Luego de un tiempo, un escuadrón policial llegó a la zona y dejó el trabajo de investigación y limpieza fuera de los hombros de Harry, quien pudo marcharse del lugar de inmediato. Voló a toda velocidad mientras pensaba sobre el asunto.
Esas adolescentes tienen mucho talento, pensó. Sus auras están bien suprimidas a pesar del miedo y la conmoción. Si reciben el entrenamiento adecuado, serán buenas piezas de ajedrez. Cuando las encuentre en el futuro, estarán en deuda conmigo y podré usarlas para mis planes.
Harry se sumergió en sus pensamientos maquiavélicos una vez más, yendo a la Ciudad de Maeral.
*
Una semana después, en la Ciudad de Tyrviria, al norte de Emnaria.
Entre las distintas, leyes ghercianas, la Ley del Uso permite a cualquier militar con un rango superior a sargento (o estando en ese rango, pero con condiciones especiales, como el entrenamiento de una unidad) tomar prestado casi cualquier cosa de un plebeyo, pero con la condición de sí o sí devolvérselo en un tiempo decidido por ambos. Si no se cumple, la sanción es pagar una moneda de oro debido al deshonor (tanto personal como patriótico) que provoca el incumplir un reglamento imperial.
Qué molestia, se quejó Harry para sus adentros, devolviendo un par de caballos a un anciano de la Ciudad de Tyrviria.
Dicho lugar fue fundado poco después de Emnaria, siendo una de las principales ciudades ganaderas del ducado. Su mayor fuerte es la producción de lácteos y carnes bovinas de alta calidad, siendo una zona turística y comercial. Protegida por grandes murallas, es apenas un poco más pequeña que su ciudad vecina del sur.
Y también uno de los lugares dentro de la región asignada a Harry, quien tuvo que realizar una misión improvisada de escolta debido a que era el más apto de la zona. Obligado a proteger a un funcionario público importante llamado Fanirium Válkavo, tuvo que pedir prestado un par de caballos con la Ley del Uso para transportar al susodicho a la Ciudad de Emnaria.
Lo único bueno fue que Fanirium resultó ser un tipo amistoso con el que se alió sin muchos problemas. Después de todo, el nombre de Harry y su poder se estaban esparciendo por la región.
Poco a poco, la gente lo reconoció y tuvieron reacciones variadas; alegría de ver al hombre que repelió a bandidos y mantuvo la zona a salvo, miedo de una persona tan fría y poderosa. Incluso hubo algunos mercenarios que lo retaron a un duelo para comprobar si era tan fuerte como se decía, Harry mostrándoles de primera mano que no eran simples rumores o mentiras.
Antes de darse cuenta, el no-muerto era conocido ampliamente en la región.
—Buen trabajo, muchacho —alagó Tranurio Diaguma a través del amuleto militar.
—Gracias, ¿cuál es la siguiente misión? —preguntó Harry, yendo al grano como siempre.
—Ninguna —respondió Tranurio con una carcajada ante la habitual falta de tacto del muerto viviente.
—¿Ya es mi semana de descanso?
—Exacto —asintió Tranurio—. A menos que quieras más trabajo, claro está. En todo caso, estoy abierto a cualquier llamada.
Una pequeña charla después, el holograma desapareció. Harry se sentó en un campo despejado en la nada, con un ligero viento brindándole aire fresco.
Luego de un minuto de tranquilidad, sacó de nuevo su amuleto militar y activó cierto glifo de comunicación en particular. Ahora ya tenía el de Tadeus, Lagneius, el de los barones de Maeral (Zordirius Maeral) y de Tyrviria (Siorah Tyrviria), además del de Fanirium. Eso sin contar a Tranurio, que tenía un glifo especial que no contaba en cierta forma.
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No-Muerto
FantasyLa búsqueda de la verdad, de sí mismo, es lo que lo impulsa en primer lugar. Sin embargo, más personas entran en su vida y lo llevan a un propósito mayor; pero, para llegar a obtenerlo, tendrá que recorrer un camino lleno de sangre.