Teniendo una mañana activa, Sarah y Jonathan decidieron salir de casa.
—Bien, ahora sí —dijo la joven demonio mientras abría la puerta—. Vayamos a buscar a Saya y...
—¿Buscarme para qué?
Al lado de la puerta, con su espalda apoyada contra la pared y con los brazos cruzados, estaba la no-muerta. Saya miró a Sarah con una ceja alzada, quien se tropezó por el susto.
—¡Mierda, Saya! —exclamó la joven demonio, Jonathan habiendo impedido su caída—. ¡Casi me das un infarto!
—Perdón —dijo la no-muerta con una risa—. ¿Cuál es de los dos es el activo? Porque estuve esperando aquí un buen tiempo.
—Uh, ¿nos estuviste espiando o algo? —preguntó Jonathan, su cara roja por la vergüenza.
—Sólo lo estaba suponiendo —dijo Saya con una risita—. Gracias por aclarármelo.
—¡Jonathan! —Se quejó Sarah, roja por la vergüenza.
—¡No es mi culpa! —El mercenario también estaba muerto por la vergüenza.
—Vamos, tórtolos —dijo Saya con una risa—. Hay cosas que hacer.
*
Saya les explicó que la noche anterior había dormido en la casa de Beltran, quien también había accedido a enseñarle un poco de magia avanzada. Pero, antes de eso, les contó sobre su charla con el tarwón y de querer matar a Mordim.
—¿Por qué querría matarlo? —preguntó Sarah luego de calmarse tras la alocada noticia—. Mordim es poderoso, pero no trata de matarnos a todos. Se queda en el Volcán Negro sin hacer nada en particular.
—Además, los dragones son un auténtico peligro —agregó Jonathan—. Hay muy pocas razas que puedan hacerle frente a uno. Y ni hablar de un caballero dragón.
—Beltran teme que Mordim ataque algún día —explicó Saya—. La lagartija parece haber estado acumulando más maná de lo normal hace un tiempo, por lo que debe estar refinando su magia. Y eso implica que se está preparando para hacer algo arriesgado.
» Beltran no es inmortal y su fuerza vital ya no va a poder aguantar más manipulaciones. Es sólo cuestión de tiempo que se vuelva senil y no pueda proteger este lugar como antes. El momento perfecto que le dará a Mordim la oportunidad de arrasar la aldea y evitar que nazca otro Beltran en un futuro.
Saya llevó a la pareja al centro de la aldea, donde estaba un edificio de dos pisos. La no-muerta tocó la puerta, esperando unos minutos hasta que un hombre salió.
—Entren —dijo Beltran, abriendo la puerta.
La casa de Beltran estaba divida, en el primer piso, en una cocina, sala de estar, habitación de invitados y baño. En el segundo piso, tenía su dormitorio, otro baño y una habitación vacía. El sótano era donde hacía sus experimentos mágicos y guardaba artefactos y libros sobre magia.
Beltran llevó a Saya, Sarah y Jonathan a la sala de estar. Allí estaba Sermya, quien comía galletas con notable ansiedad.
—Entonces, ¿cuál es el plan? —preguntó la mujer demonio a Beltran, quien regresó con otro plato lleno de galletas.
—Llevar a Mordim a un lugar despejado, donde será un blanco fácil por su gran tamaño —respondió el tarwón—. Incluso si se convierte en su forma humana, habrá un bosque cercano donde escondernos unos minutos para recuperarnos.
—¿Los dragones pueden transformarse en humanos? —preguntó Jonathan, confundido.
—Son maestros en lo que a fuerzas vitales se refiere —respondió Beltran—. Pueden torcerlas para que sus cuerpos cambien de forma.
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No-Muerto
FantasyLa búsqueda de la verdad, de sí mismo, es lo que lo impulsa en primer lugar. Sin embargo, más personas entran en su vida y lo llevan a un propósito mayor; pero, para llegar a obtenerlo, tendrá que recorrer un camino lleno de sangre.