El conjuro pétreo de Qashke destrozó la espalda de Saya y la envió volando con la gracia de una avalancha, las sombras reuniéndose mientras Túdyr realizaba una poderosa magia. La muerta viviente maldijo, activando su anillo dimensional en el aire.
Debido a que el artefacto siempre se mantenía en su mano derecha y era prácticamente imposible que Qashke lo manipulase, Saya se mantuvo con su propio almacenamiento dimensional para su suerte y la desgracia de sus enemigos. Su espada ropera, Purga, apareció en su mano y tomó hasta la más minúscula de su fuerza y experiencia para atinar una estocada que desató el encantamiento Excavadora.
La magia de la oscuridad envolvió a Purga en un manto negro que minó la fuerza del objetivo, la del aire creando pequeños espacios sin aire que aumentaron la velocidad y la de la tierra usando su esencia mágica para incrementar la resistencia del arma. Saya aprovechó la ligera distracción de sus oponentes para acomodar su caída de forma casi perfecta, su tobillo izquierda apenas moviéndose fuera de los cálculos.
Para su desgracia, Túdyr no mostró ni siquiera una pizca de sorpresa. Lo esperaba, como si anticipase hasta la situación más alocada que podría arruinar sus planes. Sólo necesitó un ligero y brusco movimiento de su mano derecha para conjurar un gran panel negro que bloqueó el ataque, apenas apareciendo una fina fisura en la defensa.
Sin desaprovechar siquiera la más pequeña onza de maná, el ogro movió su mano hacia adelante, como si quisiera lanzar una piedra. A decir verdad, el movimiento era innecesario, pero su furia apenas era contenida y necesitaba alguna forma de desahogarse, incluso si era a través de algo tan tonto.
El panel negro se transformó en una Jabalina Sombría altamente condensada que incluso tomó más sombras del entorno, moviéndose con una velocidad mayor a la de una flecha y menor a la de una bala, aunque las tornas poco a poco se dirigían a este último caso. El conjuro silbó mientras cortaba el aire, clavándose en el hombro derecho de Saya gracias a un rápido (y casi desesperado) movimiento... más o menos.
La Jabalina Sombría apenas estuvo una fracción de segundo en la articulación de la muerta viviente, una ligera onda de choque creándose mientras el brazo caía al suelo. Saya apenas pudo usar magia del aire para mantenerse firme, queriendo recuperar su extremidad amputada sin éxito, viendo cómo el terreno se moldeaba de forma antinatural gracias a la hechicería de Qashke, quien sostuvo el miembro aún sangrante.
—Perdón —dijo con culpa palpable, petrificando el brazo antes de destrozarlo junto con el anillo dimensional.
¡Mierda!, la maldición de no-sentimientos de Saya tembló ante su ira. ¡Esa bastarda no sólo me traicionó, sino que destruyó algo tan preciado como ese maldito anillo! Ahora lo único que tengo es mi arma, mientras que el resto de artefactos, productos alquímicos y dinero se perdieron. Ah, ya vas a ver cuando te arranque la cara, perra.
Sus emociones fueron rápidamente suprimidas, lo que provocó un quejido mental de su parte antes de enfocarse por completo en la batalla. Su brazo derecho ya empezaba a regenerarse, pero sus enemigos no tenían la intención de dejarle curarse con tanta facilidad.
Qashke conjuró una Marea Espinosa, el terreno imbuyéndose con su maná y transformándolo para crear una «ola» de pinchos que se dirigió hacia Saya. Gracias a que ahora era una Gran Maga y toda la maestría acumulada, la magia poseía un rango y una peligrosidad casi el doble de grande.
Fue casi instantáneo, dejando a Saya un período cerca de la nulidad para esquivar. Su pierna derecha fue atravesada mientras esquivaba en un desplazamiento lateral hacia la izquierda, tropezándose y viendo con una mueca la Tempestad Sombría que Túdyr había conjurado y se acercaba a una velocidad vertiginosa hacia su dirección.
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No-Muerto
FantasyLa búsqueda de la verdad, de sí mismo, es lo que lo impulsa en primer lugar. Sin embargo, más personas entran en su vida y lo llevan a un propósito mayor; pero, para llegar a obtenerlo, tendrá que recorrer un camino lleno de sangre.