Xalk nació en el sur del Ducado de Vedim, el cual está en el extremo sudeste; al norte está Didnowin y al oeste está Grizra. Vivía cerca de la Ciudad de Vlakas, un núcleo urbano pequeño y poco concurrido. De allí cazaba a unos animales callejeros que se escapaban de vez en cuando, pero subsistía mayormente del bosque.
Los esciápodos tienen una esperanza de vida máxima de ochenta años y se desarrollan por completo a los diez. La misma edad en la que Xalk tuvo que escapar junto con su familia de Vedim debido a la caza furtiva de monstruos en la región sureña, obligados a desplazarse al norte de Didnowin con tal de sobrevivir.
Se instalaron en unas cuevas, dándose cuenta rápidamente que el alimento era escaso. La Villa de Trinia estaba cazando a todos los animales, monopolizando la comida y causando hambre en Xalk y su familia. Antes de darse cuenta, su padre había muerto de inanición y su madre estaba siguiendo el mismo camino.
Desesperado, Xalk cazó furtivamente a más animales, causando una escasez sospechosa que provocó que los trinianos se dieran cuenta de su presencia. Así, ahora el esciápodo tenía hambre y un objetivo en su espalda.
Empezó a atacar a los leñadores, usando sus cadáveres para saciar su apetito y la de su madre. Por desgracia, el gélido toque de la muerte la alcanzó durante una noche especialmente fría. Su cuerpo sin vida tuvo que ser enterrado por su hijo, colocado al lado de su amado.
Hambriento, solo y enojado, Xalk se arrojó sobre batalla tras otra, matando y devorando a los leñadores. No pasó mucho tiempo antes de que le dejara de importar quién era su presa, asesinando y comiendo a todo aquel que se le cruzara, incluidos civiles inocentes.
Esto provocó que fuera aún más perseguido y que su cabeza ahora tuviese un precio. Con la solicitud de la Villa de Trinia al Ejército, era cuestión de tiempo para que su vida llegara a su fin.
Por suerte o por desgracia, no sucedió. No ahora, por lo menos.
La avaricia innata de los humanos ahora parece una bendición, pensó mientras caminaba cojeando por el bosque. Sólo tuve que mencionarle sobre esa espada y cayó como un conejo a una trampa con una zanahoria. Bueno, estoy en desventaja ahora, pero no importa. Viviré un día más.
—¿Qué más puedes contarme sobre esa espada? —preguntó Harry, quien lo seguía por detrás. Aún se mantenía en alerta, razón de que hubiese puesto a Xalk en frente para que, en caso de tenderle una trampa, pudiese matarlo de forma rápida y eficaz.
Según el esciápodo, el arma que le entregaría era una reliquia familiar obtenida hace tanto tiempo que nadie se acordaba de la fecha en que se consiguió. Al parecer, tenía un encantamiento de seguridad que impedía que alguien la usara, algo descubierto de la peor forma; un antepasado se había vuelto polvo en cuestión de segundos con sólo tocar la empuñadura.
Ahora estaba guardada en un cofre antiguo como un recuerdo. No fue tirada porque era como un trofeo que podría ser usada como una trampa. Si se la dejaban cerca del enemigo, éste trataría de agarrarla y moriría en el acto. Xalk lo tenía por precaución.
—Sé poco de la espada más allá de su nombre, Terror, pero puedo dejarte algo en claro: es poderosa —respondió el esciápodo, su tono serio y sus ojos demostrando que recordaba algo desagradable—. El aura que emana vuelve la piel de gallina por la energía que contiene. No tengo ni idea de cuáles sean sus encantamientos, pero sí que podrá derrotar a toda clase de enemigos.
No sé si estará exagerando, pero suena demasiado serio como para no serlo, pensó Harry. Incluso si está mintiendo, puedo matarlo de inmediato. Habré perdido unos minutos, pero bueno.
ESTÁS LEYENDO
No-Muerto
FantasyLa búsqueda de la verdad, de sí mismo, es lo que lo impulsa en primer lugar. Sin embargo, más personas entran en su vida y lo llevan a un propósito mayor; pero, para llegar a obtenerlo, tendrá que recorrer un camino lleno de sangre.