Capítulo 13: Mercenarios (Parte 2)

18 4 0
                                    


—No tengo planeado nada en contra de ustedes, te lo aseguro —dijo el no-muerto, levantando las manos en señal de paz. Apenas sintió el aura suprimida del espadachín veterano, actuó con cautela—. Esconder mi rostro es mi método de precaución, pues necesito pasar tan desapercibido posible con tal de cumplir una misión futura. La cual no involucra esta ciudad, por si quieres saber.

—¿Cuál es esa misión, con exactitud? —preguntó Valk; no solía meterse en asuntos ajenos, pero la revelación no lo convencía y debía actuar con cuidado. Harry había demostrado ser una persona más que capaz, después de todo.

—No puedo ni quiero responder una pregunta así —respondió el muerto viviente, firme—. No debería meterse en cosas que no le incumben, comandante. Es algo secreto. Sin embargo, puedo asegurarle con toda confianza que no dañará ni una piedra de esta ciudad ni un pelo de sus ciudadanos.

Harry no necesitó decir nada más. Su mirada amenazante, sumado a su ligero aura naranja con lo que parecían ser varias raíces amarillas, le dieron a Valk más de una razón para no forzar más la tensa conversación.

No es que el no-muerto fuera tan amenazante. Claro, los no-magos que lo vieron sintieron un escalofrío recorrer sus columnas. Sin embargo, para Valk y los caballeros (quienes todos eran, como mínimo, espadachines principiantes avanzados bien entrenados, lo suficiente como para resistir auras), Harry era más parecido a un niño pidiendo un dulce a un adulto. Estaban reinos de diferencia en cuanto a escalas de poder, por lo que no era la gran cosa. De hecho, el comandante estaba seguro de que podría decapitar al muerto viviente con un único movimiento de su espada, apenas usando su cuerpo reforzado; en realidad, no estaba muy lejos de lo que pasaría en esa hipotética situación.

Pero, por mucho que Valk quisiese y pudiese, no lo haría. No en ese momento, al menos. Harry resultó ser un activo algo valioso y, en el futuro, podría serlo aún más. Y eso sólo teniendo en cuenta su potencial, ya que él y Arnold podían notar con sólo una mirada que el muerto viviente tenía una ambición desmedida por conseguir poder. Sumado a su inteligencia, había alrededor de un 65-70% de probabilidades de que lo lograra.

Si Valk actuaba tan rápido y lo mataba, sería un completo desperdicio. Ni siquiera lo había hablado con Arnold, su superior y el que más mentalidad estratégica e inteligencia poseía. Si cometía un error por haber seguido sólo su intuición, las pérdidas serían lo suficientemente grandes como para golpearse la cabeza contra una pared y preguntarse si nació como estúpido o si lo desarrolló durante su carrera militar.

—Bien, supongo que puedo dejar pasar esto —suspiró Valk—. Le notificaré a Arnold sobre lo de tu cara para que no se sorprenda demasiado cuando te vea. Por ahora, puedes volver a la posada y dormir tanto como puedas. Por lo que sé, lo hiciste excepcional en tu primera misión; te mereces un descanso, más ahora, por lo que veo.

—Gracias, entonces —dijo Harry, quien aún no notaba que tenía los hombros bajos y un aura débil, típico del cansancio—. Avísale a Arnold que, mañana por la mañana, haré la segunda misión que me preparó.

Valk asintió, dejando pasar al muerto viviente y caminando de regreso a la comisaría. En el proceso, empezó a pensar sobre un detalle, cuanto menos, curioso e inquietante.

Su mirada... sí, ésa es la mirada de un gólem, pensó. Mayormente creado para asemejarse a una persona. Pero no dejan de ser artefactos, objetos que imitan sin éxito la vida. Se les puede programar con sentimientos, pero son tan superficiales que dan más miedo que otra cosa.

Ésa era la sensación que le dio Harry: un objeto con apariencia humana que apenas tenía una pizca de lo que significa ser una persona. Sus ojos eran los de un robot, carentes de sentimientos reales. Su expresión se veía superficial, como si fuera actuada. Era una imitación.

No-MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora