Capítulo 59: Cuidadoso (Parte 2)

13 0 0
                                    

Un hombre equipado con una armadura y con un hacha de guerra colgando de su cintura se le acercó a Harry. Mostraba una sonrisa sutil, con los brazos hacia atrás y llevando el porte de un instructor militar con los aspirantes. Detrás de él estaba un par de caballeros con miradas tensas.

El hombre se veía como un hombre fornido de cabello espeso de color negro con mechones blancos y bien cuidado al igual que su bigote, sus ojos marrones siendo afilados como los de un depredador. Su mandíbula cuadrada, rasgos bárbaros y cuerpo musculoso lo hacía ver intimidante, pero su mirada poseía una astucia y calma que llegaba a calmar medianamente a las personas.

—Un gusto conocerlo —dijo, dando una elegante reverencia que estremeció a sus soldados por la sorpresa—. Soy Lagneius, el capitán del Cuerpo de Caballeros de la Ciudad de Emnaria. Mis hombres ya me han informado quién es y el propósito de su llegada, así que no perdamos más tiempo y permítame llevarlo a la mansión del barón para detallar un acuerdo diplomático cuanto antes.

» Ya hemos sufrido mucho últimamente y alargar las cosas es extender el dolor.

Harry no perdió de vista un pequeño brillo en los ojos de Lagneius, uno sutil y casi imperceptible. Si no fuera por sus sentidos mejorados, el no-muerto no se hubiera percatado de la lujuria oculta tras la mirada del capitán.

Qué raro, pensó el muerto viviente mientras seguía a Lagneius por detrás. Este tipo es un lujurioso, pero su mirada se posó sobre mí... Bueno, parece que me topé con un homosexual.

Se encogió de hombros mentalmente, dándole poca importancia al asunto. Mejor dicho, la traspasó a algo más relevante.

—¿Por qué te presentaste tú en lugar del barón? —preguntó—. Después de todo, estamos tratando de resolver algo muy importante. La tarea debería recaer sobre el dirigente de la ciudad, no sobre el capitán de los caballeros.

—Je, je, parece que piensas bien —dijo Lagneius con una carcajada astuta—. Verás, nuestro señor ha estado sufriendo de yaliuk y está en un momento muy complicado. Se encuentra en una etapa muy avanzada y apenas puede caminar, por lo que tomé el mando de casi todas sus tareas.

Generalmente, no hay enfermedad que pueda resistir la magia curativa. Sin embargo, hay muchos que no pueden pagar los tratamientos. Además, hay enfermedades incurables o que requieren objetos específicos y difíciles de conseguir.

El yaliuk, en particular, es una enfermedad genética poco común que afecta mayormente a hombres y que afecta los músculos, degenerándolos hasta que el solo hecho de respirar puede doler. Está más presente en el Imperio gherciano y el oeste del archipiélago Seor, siendo una condición que pocos pueden curar debido al costoso tratamiento. Incluso si se tienen los fondos, la afección puede ser insanable al existir la posibilidad de comprometer la vida del paciente.

Perfecto, de repente, Harry sintió que la fortuna volvía a sonreírle. Si su condición es tan mala, estará desesperado por conseguir ayuda. Si le proporciono una forma de curarse, se volverá susceptible a aceptar someterse nuevamente al imperio. Y encima podré conseguir su alianza, pues estará muy agradecido conmigo. Dos pájaros de un tiro.

El muerto viviente pensó en algunas formas para curar al barón de Emnaria. Sin embargo, Kinia seguía girando y no le permitiría tomarse el momento de pensar en sus opciones en una situación tan tensa y problemática.

—La anterior bruja peregrina de la región, Calidia, tenía una relación conflictiva con nuestro señor —comentó Lagneius con tono serio y algo preocupante—. Desde entonces, ha guardado cierto rencor debido a la falta de empatía típica de ustedes, así que le recomiendo no mostrarse tan abiertamente frío. Sugiero que cambie su mirada en cuanto se encuentren.

No-MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora