La búsqueda de la verdad, de sí mismo, es lo que lo impulsa en primer lugar. Sin embargo, más personas entran en su vida y lo llevan a un propósito mayor; pero, para llegar a obtenerlo, tendrá que recorrer un camino lleno de sangre.
Túdyr cayó de rodillas, no sólo por la humillación que sentía al ver cómo su mayor enemiga se escapaba. Su cuerpo sufría de múltiples espasmos simultáneos, destrozado por el abuso de maná y la exagerada cantidad de espíritus errantes que le nutrían poder, pero que a su vez contaminaban su alma.
Túdyr soltó un grito de frustración y dolor, sacándose de encima a todas las almas. A pesar de todos los sentimientos que lo afectaban por dentro, no perdió tiempo y se levantó para dirigirse volando a toda velocidad a su hogar, donde estaría seguro para comprobar una teoría que había surgido hace sólo segundos.
Su nueva casa era una choza de piedra y madera en medio de un campo destartalado en lo más profundo del bosque Drastyn. Alrededor había una matriz simple pero poderosa que creaba una barrera, evitando que otras criaturas entrasen sin autorización.
Apenas entró, se desplomó sobre el piso. Se sentía tan débil y adolorido que estaba seguro de que podría morir en cualquier momento, pero una sonrisa de satisfacción se encontraba en su rostro. Aunque no podía comprobarlo bien por el momento, era bastante evidente para él un hecho:
Estaba cerca de volverse un Archimago.
*
Tres semanas y media después.
Saya descubrió con extremo pesimismo que Marea Aplastante era una habilidad muy poco eficaz. Al parecer, lo que sucedió con Túdyr había sido mera suerte y el poder de linaje se manifestó casi a la perfección.
Sin embargo, tras un tiempo intentando descubrir los fundamentos y ponerlos en práctica, la muerta viviente se dio cuenta de que había algo que fallaba. En primer lugar, ni siquiera sabía qué era lo que había pasado con exactitud.
Marea Aplastante requería de un manejo excepcional de las energías mágicas, imbuyéndolas con maná y manipulándolas con fuerza de voluntad. Saya tenía, más o menos, una idea de estos principios, pero sus experimentos tenían resultados poco favorables o directamente desastrosos debido a que aún era una no-muerta.
Llamó a Qaxión para pedir consejos, quien acudió de inmediato. Por desgracia, el Corazón Férreo no era un experto en el tema. Sólo sabía que era una manifestación de su cercana evolución, pero no tenía ni idea de cómo usarla bien, así que ambos dejaron la situación como un misterio momentáneo y Saya continuó con su viaje al país de los elfos.
El Reino de Xyrnalia se fundó poco después del Imperio gherciano por Qorinón Valtirae, quien unificó a los pueblos élficos desparramados por todo el bosque Drastyn y el extremo sureste de Ípheros. También juntó a muchos de Seor y Áquesh, pero no tuvo tanto éxito debido al orgullo de los elfos de aquel entonces, quienes no querían ser gobernados por otros en un sistema monárquico.
Ahora, Xyrnalia tiene una cantidad significativa de territorio y una población casi exclusivamente élfica. Sin embargo, hay una gran parte desocupada debido a la baja fertilidad de los elfos. Aunque gracias a los esfuerzos del país, se empiezan a poblar varias zonas poco a poco.
Veamos..., pensó Saya, sosteniendo un mapa político del reino.
La muerta viviente ya estaba completamente recuperada tras la batalla contra Túdyr, vistiendo una armadura ligera bajo una túnica negra. El mapa que tenía entre sus manos era bastante sencillo, habiéndolo comprado de segunda mano en Tárol. Aunque algunas representaciones estaban mal hechas, tena la exactitud suficiente como para servir.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
