Lo que Harry estaba viendo era, nada más ni nada menos, la esencia mágica de un elemento que residía en su cuerpo. Sin embargo, no supo reconocer a cuál pertenecía. Supuso que era de la oscuridad, aunque esperaba algo que tuviese más que ver con las sombras.
Los no-muertos tienen la esencia oscura en sus cuerpos, por lo que debe ser el mismo caso conmigo, pensó él, tratando de darle una explicación coherente a la situación. Pero eso no explica el porqué de que esté consumiendo el maná de la magia de la mercenaria, eliminando su firma mágica.
También llamada firma energética, la firma mágica es lo que diferencia la magia de un mago de otro. Sirven como identificadores y que la magia no afecte al lanzador a menos que él lo desee. Que la esencia mágica estuviese borrándolo se supone que es algo imposible.
¿Qué se supone que es esta esencia?, se preguntó Harry.
Los halos puros se deshicieron por completo, liberando parcialmente al no-muerto. Aprovechó para conjurar una barrera de oscuridad, eliminando por completo el efecto purificador de la esfera santa. Se sentía bastante agotado y prefería acabar las cosas rápidamente, por lo que conjuró una enorme jabalina de hielo.
Anhea, que no estaba muy lejos, cayó hacia atrás. Gritó de dolor, el conjuro habiendo atravesado su pulmón derecho. Se estaba quedando sin aire y la sangre se escapaba de su cuerpo. Se ahogaba en el espeso líquido rojo, sintiendo el hierro en su garganta.
La esfera santa se deshizo, mostrando a Harry como el único en pie. Notando cómo Anhea aún seguía viva y con su maná en un nivel crítico, se acercó luego de agarrar su espada, la cual se había roto después de que un halo puro lo atravesase.
El muerto viviente no se anduvo con rodeos, clavando la hoja partida en el ojo izquierdo de Anhea. La mercenaria soltó un chillido ahogado, muriendo.
Problema resuelto, pensó Harry.
*
Dos días y medio después, el muerto viviente ya estaba en las proximidades de la ciudad. Vestía la misma túnica de la difunta Anhea, la cual lavó y parchó con partes de la ropa de Lhesja y Valtorn. No hace falta decir que les robó muchas cosas, incluidas la armadura ligera y espada del primero, su dinero y el bolso de la maga, el cual tenía unos productos alquímicos.
La alquimia es el arte de la forja enfocado en crear objetos que pudiesen almacenar conjuros/hechizos de bajo nivel y que puedan usarse por cualquier persona, incluido no-magos. Los productos alquímicos son objetos de un solo uso y se producen en masa, muy usados para defensa personal.
Dejando eso de lado, Harry también confeccionó un rudimentario pañuelo parecido a los de los vaqueros de las películas hollywoodenses. Además, preparó un conjuro básico de oscuridad para que el brillo carmesí natural de los no-muertos de sus ojos sea parcialmente invisible y que ocultase la piel podrida de su cara, listo para usarlo en cuanto estuviese a la vista de las personas.
Pareciendo un villano típico de una historia de magia y espadas convencional, el muerto viviente llegó a la ciudad que tanto había visto en el horizonte. La reconoció como la Ciudad de Waargas, dentro del Imperio draghniano, una de las dos naciones imperialistas de Kinia y que ocupa toda la región noroeste de Ípheros, el segundo continente más grande y donde está Harry. Por cierto, el imperio más grande es el Imperio gherciano, ocupando la región noreste de Ípheros.
Waargas se veía como un gran lugar amurallado con atalayas y caballeros protegiendo y vigilando, armados con espadas y ballestas. La entrada sur (de donde venía Harry) estaba igual de protegida y vigilada, con una fila de personas y transportes (carruajes y carretas) esperando para ser inspeccionadas para poder entrar. Muy cerca de ahí había una carretera que iba entre las montañas, permitiendo que la gente pudiese ir a la ciudad con menos complicaciones desde otras partes del Imperio.
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No-Muerto
FantasyLa búsqueda de la verdad, de sí mismo, es lo que lo impulsa en primer lugar. Sin embargo, más personas entran en su vida y lo llevan a un propósito mayor; pero, para llegar a obtenerlo, tendrá que recorrer un camino lleno de sangre.