Mi más bonito error II (Skam España) (Croana)

Capitulo 9: Te recuerdo...

Habla Cris

De la peli no puedo decir mucho, no vi casi nada. Prácticamente todo el tiempo estuve cubriéndome los ojos. Odio las películas de terror, pero bueno, me vino mazo bien porque ya tenía excusa para estar abrazada a Joana, me abrazaba tan fuerte que eso de ver la peli de terror con la condición de quedarse en casa me parecía la mejor decisión que había tomado.
La película terminó al fin, salimos del cine y tomamos un taxi hasta casa, vamos muy tranquilas y relajadas en el taxi, le miro casi todo el tiempo, nuestras miradas se topan... es tan guapa, le amo muchísimo.

J- ¿Qué te pareció la peli?- dice burlona.
C- Que hija de puta eres...- achino los ojos fingiendo seriedad y ella ríe- ¿cómo quieres que te responda si sabes bien que no la vi?
J- Hombre pero ¿nada de nada? Tenías los ojos abiertos de vez en vez.
C- No vi ni cuando encendieron las luces...- resoplo.
J- La peli estaba guay...- le miro levantando una ceja y ella sonríe- mira consistía en una chica que no podía escuchar, le reza a la Virgen María y de repente comienza a escuchar...
C- Ya ya ya...- cierro los ojos y agito mi mano- no me hagas pasar por la misma tortura dos veces, además de que la enseñanza de la peli ya la capté.
J- ¿Ah sí? ¿Cuál?
C- Que no se debe rezar...

Joana se parte de la risa y me contagia a mi también. Me observa negando con la cabeza. Se muerde el labio mientras nos observamos a los ojos, ya quiero que lleguemos de una vez a casa, no puedo esperar a que sea la hora de dormir para verle a mi lado. El taxi después de unos minutos nos deja enfrente de casa, le pago y nos bajamos. Saco las llaves y abro la puerta.

C- Bueno...- entramos y me volteo a verle- ya estamos en casa.

Joana admira cada rincón de la casa, como si nunca hubiese estado aquí antes. Niega con la cabeza.

J- Casi no recordaba como era esta casa por dentro...
C- Imagino...- alzo las cejas.
J- Está muy linda...
C- Como la dejamos juntas...

Joana asiente con la cabeza, extiendo mis manos y ella las toma. Le miro a los ojos y me muerdo el labio. Quiero besarle, pero todo el tiempo y no dejarle ni respirar.

C- ¿Te vas a duchar?
J- Si, pero te recuerdo que no tengo ropa acá...
C- Y yo te recuerdo que te puedes poner la mía...
J- Y yo recuerdo que te ves mejor sin ella...- me guiña un ojo con una sonrisa pícara.

En ese momento no solo es mi cara la que se sonroja, es todo mi cuerpo por dentro, me muerdo tanto el labio por lo nerviosa que me pone con sus palabras y cumplidos, es que me la como.

C- No me digas esas cosas por favor...- suelto sus manos y llevo las mías a mis mejillas.
J- ¿Te molestó?- dice asustada.
C- No, no...- respondo al instante.
J- Cris si te incomodé decímelo...- se muerde la uña de su pulgar.
C- Hey...- retiro su mano de su boca y le miro fijamente- Joana estoy bien ¿vale? No tienes que estar pensando que todo me incómoda de verdad, estoy bien.

Joana mira mis ojos buscando como que le digo la verdad. Sonrío para tranquilizarle y ella suelta un largo suspiro que destensa todo su cuerpo.

J- No puedo evitar decirte esa cosas... es la verdad.
C- Dios...- me acerco a ella y miro sus labios- es que así como no quieres que te bese, es imposible.
J- Yo quiero un beso de vos, un abrazo de vos, todo con vos...
C- Y yo contigo... todo...- abro los brazos- absolutamente todo.

Sonríe, le acaricio la mejilla con mi pulgar. Nos fundimos en un contacto visual como antes, cuando éramos la una para la otra, bueno, como ahora pero no tan separadas.

C- Bueno vete a duchar mientras yo preparo algo para cenar...
J- Uy...- me mira de reojo- miedo me das.
C- A qué te quedas sin cenar...
J- No sé si aplaudir de la alegría o llorar... recuerdo muy bien que la cocina no era lo tuyo.
C- Te sorprenderé...

Joana me observa incrédula levantando una ceja.

J- ¿Con un sándwich?
C- Me quedan mazo buenos...- junto mi índice con mi pulgar- lo juro.
J- Vale vale...- ríe- no puedo esperar a probarlo.

Me observa divertida, se va a la habitación a buscar la ropa y se va a nuestro baño. Me voy a la cocina a preparar los sandwiches prácticamente dando saltos de la alegría por tenerle aquí, Joana sale del baño y me rodea con los brazos por detrás, me tenso al principio porque no lo esperaba, pero después sonrío e incluso nos besamos como si no hubiese pasado el tiempo. Me voy a duchar yo y después cenamos mientras vemos una peli y después de unas horas nos vamos a la cama. Joana se acuesta a mi lado y me vuelvo a mirarle, nuestras narices se rozan y Joana acaricia mi mejilla con el dorso de su mano mientras me observa con un brillo en sus ojos que me derrite por dentro. Me acomodo de lado y me rodea con sus brazos, nos quedamos dormidas siendo al menos yo, la mujer más feliz de este mundo.