Mi más bonito error II (Skam España) (Croana)

Capitulo 77: Masaje...

Habla Joana

Acá estoy, después de meses intentando dejarle para que se separe de alguien como yo, pero es que la idea me resulta dolorosa hasta a mi. Cada día que he intentado alejarme solo he conseguido enamorarme más, y ya cuando llegué hoy a casa de Dany y le vi a ella con Kasim en brazos, es que sentí que me derretía, estaba tan guapa, tan linda y se veía tan emocionada que era una imagen que me gustaría guardar para siempre. Nunca había visto a Cris con ojos de madre, pero la verdad es que le sentaba genial, era un cuadro perfecto.
No pude evitar pensar que tal vez en un futuro estemos así, pero con nuestro hijo... ese pensamiento no ayudó a más que hacerme caer en razón y darme cuenta que por nada del mundo quiero perder a Cris.
Llegamos a casa y dijo que se iba con sus padres, en ese momento sentí una punzada hiper fuerte y me entró miedo de pensar que todo había acabado, era lo que buscaba con mi forma de comportarme últimamente pero ya tener la realidad así de cerca, no me gustó nada.
Me sentía muy culpable por lo que sucedió, siempre me siento responsable de lo que le pasa a Cris, y es que joder... desde que está conmigo solo le han pasado las cosas malas, por mi causa lo dejó con Rubén, después este tenía tanta rabia que inventó lo del vídeo y después le violó, además de eso me la llevo para Argentina para que disfrute de mi ciudad, y le violan en un bar... Joder es que todo ha sido por mi culpa. A veces creo que lo mejor hubiese sido no haberlo intentado nunca con ella, no vale la pena todos los momentos lindos que vivimos si pasan los malos. Lo digo por ella, porque yo por tan solo tenerle, soporto lo que sea.

Hemos hablado y arreglado todo. Me ha perdonado y no sé ni cómo, no lo merecía en verdad, todos estos meses he intentado ser bastante fría, pero seguí apoyándole y preocupándome por ella... eso no podía evitarlo.
Nos observamos a los ojos. Como extrañaba mirar fijamente sus ojazos azules, como extrañaba que ellos sean lo primero que veía al despertar, le amo tanto, estoy tan enamorada de ella. Yo la verdad ya quiero besarle, pero no sé si está preparada después de lo que sucedió y yo la verdad no quiero hacérselo pasar más mal como aquella vez cuando salí de la clínica. Siento un fuerte dolor en la espalda y cuello, como un latigazo.

J- ¡Joder!- hago una mueca de dolor.
C- ¿Estás bien?- dice preocupada.
J- Me duele el cuello y la espalda...- ladeo la cabeza para mover el cuello y estirándome hacía atrás.
C- ¿Quieres un masaje?

¿Un masaje? ¿Pero es un masaje masaje o un masaje de esos que terminan en orgasmos y sexo? Vale que me he puesto nerviosa y todo.

J- ¿Un masaje?
C- Si amor...- sonríe- eso que es con crema, y deshacen contracturas.
J- No ehm...- me levanto del sofá- no necesito un masaje.

Camino para ir a la cocina. Siento la mano de Cris en mi cuello y tocar no sé que puto punto, pero joder que dolor.

J- ¡Hostias Cris!- me llevo la mano al cuello y me volteo a mirarle.
C- No te hace falta un masaje no...- me observa irónica de brazos cruzados y una ceja levantada.
J- Me habés dejado un dolor horrible en el cuello ahora che...
C- ¿Ahora aceptarás el masaje o no?
J- Te acepto el masaje pero porque me habés destrozado el cuello...
C- Ven exagerada...- dice burlona.

Me toma de la mano, yo la verdad no estoy muy segura de esto, no sé si seré capaz de resistirme si ella me toca. Pero de verdad me duele mucho el cuello y la espalda, y como para no, llevo meses durmiendo fatal, lo hacía porque quería y quería mantenerle vigiladas pero ya es horrible el dolor. Venga Joana, un poco de fuerza de voluntad.
Cris me lleva a la habitación, nos detenemos enfrente de la cama.

C- Acuéstate en la cama en lo que busco la crema ¿vale?

Asiento con la cabeza. Vamos Bianchi. Me acuesto en la cama boca abajo y me quedo esperando.

C- ¿Te quitas la playera o...?
J- ¿Me la tengo que quitar?- pregunto fingiendo ingenuidad.
C- Hombre ¿como pretendes que te dé un masaje en el cuello y la espalda sin quitarte la playera?
J- A ver pero...
C- Pero nada Bianchi, quitate la playera que así no puedo...

Me levanto a regañadientes y me quito la playera quedándome en sujetador enfrente de ella. Cris se me queda mirando, me acuesto rápido en la cama otra vez. Cris se sienta en mi culo. Siento como echa la crema en mi espalda y mi cuello, desliza sus manos por mi cuello, lo presiona con fuerza y siento un gran dolor pero alivio a la vez. Las manos de Cris son de ángel.

C- ¿Pero qué estás haciendo?- dice masajeando en mis hombros- tienes todo esta zona llena de contracturas...
J- Y podría estar peor ¿eh?- río- lo que Elys me da masajes prácticamente todos los días.
C- ¿Pero estás durmiendo encima de una piedra o qué?
J- No...- cierro los ojos y disfruto de su masaje- te parecerá una gilipollez, pero llevo estos cinco meses durmiendo en el suelo.
C- ¿Cómo en el suelo?
J- En el suelo con la espalda cargada a la pared... acá al lado de tu puerta.

Las manos de Cris se detienen y levanto la cabeza para mirarle frunciendo el ceño. Me estaba encantado el masaje, me estaba dejando como nueva. Cris me observa confundida.

C- ¿Lo dices en serio?
J- ¿Cómo pensás que sabía cuando tenías una pesadilla y llorabas para venir a abrazarte?- me siento en la cama para observarle- vos lo que no te enteraste nunca porque no te levantabas de madrugada.
C- La última vez que lo hice fue una mierda... ya sabes.
J- Miranda si...- suspiro.
C- Eres increíble...- esboza una media sonrisa- es lo más tierno que he escuchado nunca.

Venga va, ya se lo he contado, no quería dejarle sola, pero tampoco quería dormir con ella por lo que ya sabéis, además de que recién ocurrido la puta violación no quería ni tocarle, ni estar cerca de ella, solo porque me sentía culpable y no quería hacerle daño. Cris me observa con una sonrisa encantadora. Joder, como le amo.