Parte 15

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Se acerca a la cama donde yo estaba amarrada sin posibilidad de moverme completamente, comienza a pasar la fusta de cuero por sobre mi cuerpo, deslizando desde mi cuello hasta mis pies de una manera tan sensual que mis sentidos se estaban viendo afectados. Luego del juego con la fusta, no tarda en usar sus grandes manos para tocarme, deslizando sus dedos sobre mi vientre, logrando que explotara por dentro, frota mí clítoris con sus dedos, dando paso a su lengua. Mis pensamientos eran muy diversos en esos momentos, su lengua no dejaba de torturarme y podía ver cómo sus ojos se cerraban con expresión de placer máximo, saboreaba mi vagina una y otra vez, mientras yo me retorcía en un placer total.

Mientras continua haciéndome sexo oral, sus manos apretaban mis pechos jugueteando con mis pezones, produciendo un dolor tan desesperadamente exquisito, que los músculos de mi parte más profunda y oscura se tensaban con una lujuria infinita. Me lamía una y otra vez, donde inconscientemente, le suplicaba que me dejara pero escucharme suplicando terminaba excitándome aún más, hasta que deja de hacerlo para reincorporarse y quitarme las esposas de los pies, girando mi cuerpo para ponerlo boca abajo, aún con las manos esposadas sobre mi cabeza. Toma la fusta de cuero y comienza a darme pequeños golpes con ella en mi trasero, logrando que mi cuerpo se sacuda con cada azote hasta que me arqueo dejándole el camino libre a una penetración profunda. Toma mi trasero con ambas manos, exhalando un grito con los dientes apretados, jadeando de placer, mientras me embestía con su pene con fuerza. Entra y sale de mi cuerpo, sin parar, mis gemidos iban creciendo a medida que se acercaba el clímax, logrando hacerme un sexo de una manera tan violenta pero gratificante a la vez. Soy tu amo Clara, dijo mientras me embestía una vez mas, solo yo puedo tocarte desde ahora, dos, tres, cuatro, cinco embestidas, mi corazón estaba a punto de sufrir un colapso, una y otra vez, sus gemidos eran de un nivel máximo, sentí como el azote de la fusta era cambiado por la palma de su mano. 

- Repite conmigo - Dijo con autoridad y mando - Namjoon es mi amo.- Mientras me penetraba otra vez con fuerza -

- Namjoon es mi amo - Susurré debido a que mi respiración se cortaba cada vez más -  

- ¡No logro escucharte clara! - Me gritó furioso, lleno de ira mientras me penetraba fuerte -

- ¡ Namjoon es mi amo! - Grité haciendo mi cuerpo temblar - ¡ Namjoon es mi amo!

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora