Parte 7

82 19 0
                                    


Tomamos apuntes y debatimos los puntos para escribir el guion, no fue tan malo después de todo, ella tenia talento con eso de la redacción y yo hice mis intervenciones para que el drama estuviera presente. Ensayamos el guión un par de veces, enfocándonos primero en el conflicto que teníamos que seguir hasta el matiz que nos llevaría a la reconciliación. Hicimos una pausa y ella me pidió unos minutos para poder ir a refrescarse al baño y yo asentí para poder beber un poco de agua. Al volver ella tenia el cabello suelto, y realmente era como un imán que no me permitía dejar de mirarla, observé todo sus movimientos, elongaba su cuerpo y hacia muecas para mejorar su fluidez vocal mediante la modulación. No se veía como una niña torpe si la mirabas detenidamente, su cuerpo delgado tenia curvas que podían alterar a cualquiera, su personalidad no era de una chica coreana, ella era latina, se podía percibir esa sensualidad a flor de piel tan característica de ellas, sus ojos era otra cosa, alucinantes, profundos, tan definidos que podría perderme en ellos por horas sin darme cuenta y un carácter de los mil demonios. ¡Rayos! hasta aquí llego mi fantasía con ella. Terminé mi estúpida ensoñación y ella con su calentamiento previo, cuando saca una silla y la pone en medio de la sala. 

- Bueno Seokjin, necesito que te sientes en esta silla para la escena de la reconciliación - Musitó

- ¿En esa silla porqué? - Pregunté.

- Porque si nos vamos a reconciliar necesitamos enfocarnos en que una pareja recién casada se desea y tenemos que mostrar realismo - Hizo una pausa, y me miró con ojos extraños - Pasar de tensión a pasión.

- ¿A dónde quieres llegar y cómo? - La miré con un poco de temor, intentando comprender a donde quería llegar - ¿En qué momento llego a una silla y nos reconciliamos?

- Simple. Estamos discutiendo sobre las responsabilidades de la casa, el conflicto toma fuerza en las diferencias de opinión, tu cansado de la conversación te sentarás en esta silla, respirarás y me dirás que no puedes más, que paremos con todo esto y yo me acercaré a ti y me sentaré en tus piernas para darnos un beso.

- ¿Un beso? ¿¡Qué!? ¿¡Porqué tenemos que besarnos!? - Comencé a gritar eufórico - ¿¡Porque no simplemente nos abrazamos!? Y eso ya es mucho decir para mi. - Realmente estaba sorprendido. ¿A parte de torpe era una depravada?

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora