Parte 17

63 12 0
                                        

- Suéltala - Sus ojos estaban rojos de ira, no le quitaba la vista de encima a Ji-hu y este parecía no ceder.

-No te metas Taehyung. Esto es Privado - Balbucea - Entre MI esposa y yo - Haciendo resaltar el "mi". ¡Mierda!

- ¿Tu esposa? - Responde pareciendo ofendido. Endurece la mirada - Le estás haciendo daño - Hace presión en el brazo de Ji-hu y este termina cediendo.

- Ok, ok - Responde soltándome y levantando las manos con aire indefenso - Solo le estaba diciendo a MI esposa lo hermosa que es y que soy un afortunado de despertar cada mañana junto a ella. ¿Lo está provocando?

- Si te sientes tan afortunado, entonces compórtate como un caballero y no la lastimes - Sentencia con voz grave y firme mientras sus puños estaban cerrados. Estaba furioso.

Ji-hu se ríe a carcajadas, le da una palmada en el hombro a Taehyung y mueve la cabeza de lado a lado con un gesto de reprobación. La lastime o no, sigue siendo MIA, tu metete en tus asuntos de celebridad, le dice con ironía mientras Tae lo fulmina con la mirada. Luego de una hora, mi esposo estaba tirado en el sofá durmiendo, se habían ido varios de los invitados, solo quedaban sus dos mejores amigos y Taehyung, quien jamas dejo de acompañarme. Él me toma de la mano y me lleva hasta la habitación, sin importarle que Ji-hu estaba ahí. No despertará hasta mañana, me dijo cauteloso. Llevando al dormitorio, posa una mano en cada lado de mi rostro y me besa apasionadamente, apoderándose de mi boca, girando mi cabeza, controlándome. Gimo en sus labios. Esto es precisamente lo que le gusta, lo que sabe que hace muy bien. Madre mía... como lo deseo. Realmente sentía como tenia el corazón desbocado y la sangre me corría como... mi cuerpo no resiste; el deseo crece, se expande...por todo mi ser.

Me enciendo por dentro y hundo los dedos en su cabello, amarrándolo a mi, y le devuelvo el beso. Te deseo, mascullo mientras la sangre me recorre ardiente cada fibra de mi cuerpo. Me levanta de forma que quedo suspendida encima de él, me sienta en la orilla de la cama, se desnuda lentamente mientras yo observo fascinada a la criatura lasciva que se desvestía frente a mi. Se acerca, me toma la cabeza con ambas manos y me mira excitado, haciendo el gesto con su cara de lo que quería conseguir. ¿Me estás desafiando?. Poso mis manos sobre su escultural trasero y comienzo a pasar mi lengua por su pene. Estaba delicioso y olía exquisito. Siento como su miembro se erecta de pronto, sonrío para mis adentros y expongo el mejor trabajo oral que pude. Podía oír como jadeaba, gemía y movía su cadera al ritmo de mi boca. Rápidamente me quita de su pene y me vuelve a tomar hasta depositarme en cama. Me sonríe maliciosamente.

Lo veo descender entre mis piernas, me pasa un dedo despacio por el sexo, gimo y me retuerzo. De un minuto a otro, mete un dedo y lo mueve en círculos con deliciosa lentitud, viendo desde mi perspectiva como le brillaban los ojos peligrosamente. No podía resistirlo más, esa descarga eléctrica que corría bajo mi piel, bajo la suave presión de su pulgar se dispara a mi torrente sanguíneo y me recorre el cuerpo entero, calentando todo a su paso. Hazme el amor Tae, susurré con tono de suplica. Me mira atónito. Y en un instante está dentro de mí y, sujetándome con fuerza las muñecas a los costados, me penetra hasta el fondo. 

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora