Parte 15

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Con el animo reconstruido, volví a casa sabiendo qué Ji-hu estaría ahí. Abrí la puerta y estaba sentado en el sofá mientras leía un periódico, me mira levantándose de inmediato para encontrarme con un abrazo. ¿Olvidas que me golpeaste maldito? preguntó si estaba bien mientras analizaba la herida que había provocado su cobarde agresión, le dije que todo estaba bien pero que si me volvía a levantar la mano una vez mas no dudaría en ir a la policía. me mira boquiabierto.

 - ¿Qué? - Su expresión es indescifrable - ¿Es una amenaza? 

- Puede tomarlo como quieras Ji-hu - Respondo con sinceridad - Esto no puede volver a repetirse. Ni tus insultos, ni los míos y menos los golpes. Yo no me casé con un animal.

- Esta bien Lucía - Dice automáticamente.

Parecía confundido. Jamás me había atrevido a enfrentarme a mi esposo bajo ningún aspecto. Cuando estaba a punto de irme a a ducha, Ji-hu me comenta que esa noche irían algunos compañeros de trabajo para la celebración de los cumpleaños del mes y que, a quien le había tocado disponer de la casa mediante un sorteo había sido él. ¡Já, perfecto! Ahora entiendo todo. Le dije con notable ironía y me encerré por varios minutos en la ducha.

Ji-hu se encargó de comprar cervezas, comida y tenia todo preparado para la llegada de sus amigos, era la primera vez que yo no movía ni un dedo en esa casa y creo que tampoco tenia ganas de fiesta. El timbre sonó. Me había maquillado lo mejor que pude la herida y el morado que había dejado el golpe de mi esposo, no podía permitir que alguien se diera cuenta de la situación. Las apariencias en Corea eran prioridad. Llegaron muchas personas conocidas para mi, me los había encontrado en otra ocasión en alguna cena o reunión con las esposas, ninguno me agradaba, estaba sirviendo unas salsas para acompañar la comida cuando el timbre sonó por tercera vez. Entre las voces que logré distinguir solo una llamó mi atención. Voz grave, melodiosa, con un toque sensual y profunda. ¡Taehyung!

Vestía un pantalón negro de vestir con una chaquetilla a juego, que le acentuaba su esbelta figura, una camisa blanca con leves rayas, corbata con diseño de los años cincuenta y su pelo estaba peinado hacia los lados con la separación en medio, dejado caer unos mechones en sus ojos. Mi rostro se desfiguró, incapaz de ocultar mi asombro por verlo ahí. Me dedica una sonrisa de complicidad. Mi cuerpo tiembla. Ji-hu los invita pasar y les pedí que tomen asiento en unos de los sofás de la sala. Tae se sienta en uno de ellos. ¿Cómo podía ser posible que un hombre tuviera tanto glamour, prestancia y clase? fácilmente podría haber sido un modelo y seria igual de famoso y millonario que como V de BTS. 

Las miradas entre Taehyung y yo no cesaron, me levanté incomoda del sofá donde estaba junto a Ji-hu y fui a refrescarme al sanitario. La puerta se abre de golpe y aparece él, cerrando con seguro. 

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora