Deseo Púrpura

Parte 8

Un novio era lo que menos tenía. Solo había tenido un encuentro sexual con el integrante del grupo más reconocido de todo Corea e incluso mi tía los adoraba. Imposible contarle algo así. Mi tía siempre fue chismosa.                                                                                                                                Llegamos a casa y ella no dejó que olvidáramos la conversación.

- ¿Y? - Mirándome con picardía y una sonrisa coqueta.

- No tía no tengo novio - Le respondí muy tranquila - Pero cuando lo tenga serás la primera en saberlo. Lo prometo. -

Asentí con una gran sonrisa.

Al llegar la tarde en JeJu, siento que mi tía me llama desde el primer piso con urgencia, así que bajé las escaleras tan rápido como me fuera posible y quedé petrificada cuando lo veo frente a mí. Era él. Namjoon estaba ahí.                                                                                                                  Intentando mantener la calma, me acerco a Nam y con una sonrisa nerviosa le pregunto qué esta haciendo ahí. Mi tía estaba fascinada. Lo reconoció al instante y no podía dejar de verlo de arriba a abajo. Los dejo solos. Dijo mi tía y se marchó a la cocina. ¿Qué demonios estaba ocurriendo aquí?. Mi mente no dejaba de analizar lo que estaba pasando, tratando de comprender porqué Namjoon estaba en casa de mi tía si nunca tuvimos una conversación decente desde que nos conocimos, como para hablarle de mi tía y menos dónde se encontraba su casa. Acá había gato encerrado. El me mira y me sonríe de forma muy perversa, no podía apartar mis ojos de los suyos, era casi un efecto hipnotizante y me tomó de la mano para subir las escaleras junto a mí hasta el que sería mi dormitorio por ese fin de semana. 

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo supiste de este lugar? - Pregunté molesta - No entiendo porqué estas acá si yo nunca te he hablado de mi vida privada -

- Tengo formas de averiguar tu vida sin que me la hayas contado y así fue como llegue aquí - Lanzó una risita dulce pero llena ironía. ¿Qué le divertía tanto? - Además, tu tía se ve que es una mujer muy agradable, no creo se moleste si me quedo este fin de semana contigo aquí.

- ¿¡Qué!? - No pude ocultar mi sorpresa cuando dijo que se quedaría el fin de semana, no tenia sentido, era algo inexplicable totalmente - ¡No! ¡No puedes quedarte aquí! ¡Cómo puedes decir eso si nosotros no somos nada! - Estaba enfurecida.

- ¿Qué dijiste? - Me fulminó con la mirada, frunciendo el ceño y apretando los labios -

- Dije que no somos NADA y que tu no tienes NADA que hacer aquí - Enfatizando en la palabra NADA para que le quedara claro que estaba muy molesta con su visita sin sentido. -

-¿Sabes cuanto odio que me hablen así? - Caminaba hacia mi con tono amenazador - Te castigaré por decir que somos NADA - Él también quiso dejar claro la palabra nada. -

Estaba realmente furioso, respiraba con dificultad mientras jadeaba de un lado a otro hasta llegar frente a mí. Me tomó fuerte de la cintura y me abalanzó sobre él, rozando sus labios con los míos, de manera que no pudiera zafarme y comenzó a besarme apasionadamente contra la puerta de la habitación. Sin darme cuenta, me giró de sorpresa y ata mis manos con una cuerda que tenia en su bolsillo, anudando de manera profesional ambas manos detrás de mi espalda. Gira mi cuerpo una vez más para ponerlo en la posición que estaba hasta hace poco y me deja a un costado de la puerta, para decirme que va por algo y vuelve. ¿Qué va por algo?. Estaba completamente loco!.