Recuerdo que aquel día quedé paralizado, me resultaba muy difícil entender que de alguna manera u otra, estaba ante uno de los parajes menos esperados del inmenso amor que había entre Yanara y yo. El día que fuimos al restaurante, compartimos y reímos, hacia decidido que daría lo que fuera por retenerla conmigo lo que fuera necesario, no quería alejarla de mi lado y quería enfrentarme a quien fuera con tal de amarla todos los días pero, cuando estuve en el concierto, comprendí que le debía, no solo mi carrera a BTS, sino que mi vida completa. Fue muy difícil llegar a la conclusión que primero tenia que terminar mi etapa con los chicos para poder comenzar a amar libremente, considerando que la gira mundial era algo que nuestras fanáticas estaban esperando con ansias. Aquella noche fue la despedida que quería darle a un amor que consideraba único, cálido, a primera vista e irrepetible, pero que quedaba la esperanza de que ella comprendiera que había sido lo mejor que le estaba pasando a mi vida. No fue así. Solo logre que sintiera que no era más importante que BTS, que mi carrera era mucho más que mi amor hacia ella y que no tenia ganas ni intención de luchar, simplemente porque no iba a poder ser lo suficientemente bueno para el inmenso amor que Yanara expresaba por mi. La herí, la lastimé y me hice ver como un tipo frio que solo le interesa su carrera y el éxito logrado gracias a eso, aunque en el fondo, estaba aterrado de perderla.
Dentro de las posibilidades que había barajado, quería esperar que terminara la gira y poder buscarla, pedirle que se quedara junto a mi y vivir el amor más hermoso del que pudiera sentir, pero no se lo dije, sentía que si no llegaba a cumplirlo por razones del destino, quedaría como un vil embustero. Ella merecía mucho más que eso.
Por miedo deje de decirle que era la primera vez que me sentía conectado con un ser humano, que amaba cada sonrisa suya como el tesoro más preciado, que se había convertido en mi musa inspiradora, que anhelaba el momento en que podíamos vernos, sentirla, adorarla, hacerla mía y sentir que alguien me entendía, que no juzgaba mis silencios, mi introvertida personalidad disfrazada de frialdad y que la imaginé vestida de blanco caminando hasta el altar donde la esperaría con los ojos llenos de lagrimas, mientras los chicos se burlaban de mi. Tampoco se lo dije.
¿Cuán cómodo era ser un completo cobarde?
¿Por qué cuesta tanto amar de la manera correcta?
¿Se puede amar sin lastimar alguna vez?
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Deseo Púrpura
Hayran KurguDesear a otro jamás ha sido tan placentero como cuando logras llevar a siete hombres, Namjoon, Jungkook, Seokjin, Jimin, Taehyung, J-Hope y Yoongi, a las historias más sensuales, ardientes, entretenidas, originales y estimulantes que hayas leído. ...