Caminé hacia la entrada de la casa, puse la clave en la cerradura y al sonar el pitido de apertura, giro mi cabeza para ver si Taehyung aún se encontraba ahí. Parecía una obra de arte, definitivamente. Me miraba risueño, con ambas manos puestas en los bolsillos del pantalón, ojos brillantes y cabeza ladeada. Me estaba admirando. Le devuelvo una sonrisa tímida y entro rauda a la casa. Me quede de pie frente a la ventana que estaba de costado a la puerta para verlo marcharse, era increíble cómo alguien como él, se había dado el tiempo que mi esposo no se había dado, que fuera un hombre galante y preocupado. Era fascinante en verdad.
Mis pies estaban destrozados, me quité el vestido, me dirigí a la ducha y traté de relajarme por unos minutos. El agua corría por mi cuerpo, abrazando cada uno de mis pliegues cuando mi mente no dejaba de pensar en él, Taehyung, en sus perfectas facciones, su forma de tratarme y en como se había interesado en mí. Detente Lucía, ¡Eres casada!, mi subconsciente me gritaba a cada momento y la verdad, me sentía culpable por haber aceptado subir al auto de este chico y no haberlo rechazado para poner los limites que una mujer casada debe poner. Intenté aclarar mis pensamientos a medida que pasaban los minutos, ya me había puesto el pijama y necesitaba irme a dormir, sabia que Ji-hu no aparecería en casa hasta altas horas de la madrugada, como cada vez que se iba a emborrachar.
¡Ouch! ¡Mi cabeza por el amor de dios!. No soportaba el dolor la mañana siguiente, no había podido conciliar el sueño debido a que Tae me aparecía hasta en los sueños y era algo que no podía estar pasando. Ji-hu llegó a eso de las cuatro de la madrugada, hablaba cosas que no entendí, se tiró en el sillón y aun estaba durmiendo allí cuando comencé a preparar el desayuno para los dos. Comerá sola Señora Cheong, suspiraba con resignación. Mi esposo despertó quejándose de dolor de cabeza, buscando agua para beber y rascando su cabeza.
- ¿Y tú? - Dijo casi en un balbuceo - ¿Dónde estabas anoche?
- ¿Cómo dónde estaba anoche Ji-hu? - Respondo extrañada. ¿No lo recordaba?
- ¿Me dijiste que querías venirte a casa no?, pues bueno, saliste de la fiesta y cuándo llamé a casa no me contesto nadie. - Su tono hacia cambiado. Estaba molesto. - ¿Dónde fuiste?
- Ji-hu. Estuve esperando taxi casi por treinta minutos - Dije - No apareció ninguno hasta que... - Hice una pausa. Bajé mi tono - Hasta que se ofrecieron a traerme a casa.
- ¿¡Qué!? - Lanzó un grito - ¿¡Cómo que alguien te trajo a casa Lucía!? ¿¡De qué rayos me estas hablando!?
- El chico que me presentaste en la fiesta me trajo a casa en su auto - Dije nerviosa.
- Te presente a muchísimas personas Lucía, ¿¡De quién estas hablando!? - No dejaba de gritar.
- ¡A ese chico Taehyung! - Grité sin darme cuenta - ¡El chico de BTS!
- ¿Tae? - Murmura sorprendido - ¿Taehyung se ofreció para traerte hasta acá?
- Sí. Eso pasó - Mi corazón estaba acelerado. Continué - Me vio esperando un taxi y se ofreció a traerme en su auto. Me trajo hasta acá y eso es todo.
- ¿Eso pasó? - Ríe de forma burlona. Hace una pausa - Ah, entiendo todo, no creo que se haya ofrecido a traerte por alguna razón especial Lucía, eso ni qué pensarlo. Simplemente debes haberle dado pena y se ofreció a traerte porque vive a dos residencias de acá. Es nuestro vecino.
- ¿Cómo que es nuestro vecino? - Tenía los ojos abiertos de par en par. Imposible
- Lo que dije - Sentencia en tono seco - Ese chico no es de peligro. Es gay.
- ¿¡Gay!? - ¿¡Qué dijo!? - ¿Es gay? y ¿Cómo sabes eso? - Intentando disimular mi interés.
- Rumores de la empresa - Respondió sin interés - Bueno, me ducharé y debo ir a trabajar.

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Deseo Púrpura
FanfictionDesear a otro jamás ha sido tan placentero como cuando logras llevar a siete hombres, Namjoon, Jungkook, Seokjin, Jimin, Taehyung, J-Hope y Yoongi, a las historias más sensuales, ardientes, entretenidas, originales y estimulantes que hayas leído. ...