Capítulo 5: La mujer de otro.

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"No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo"  Éxodo 20:17

El matrimonio había sido una de las mejores decisiones que había tomado en mi vida hasta que lo conocí a él.

Ji-Hu se levantó muy temprano en la mañana ya que tenia una reunión importante en Hybe, estaban coordinando una fiesta anual y era parte de quienes estaban a cargo del evento. Es el primer año en que lo acompañaré y la verdad no era algo que me entusiasmara demasiado, más aun sabiendo que tendría que lidiar con las esposas de los demás compañeros de trabajo de mi esposo. Me casé hace dos años, con tan 20 y su familia sigue sin aceptarme del todo como la señora Cheong. Los entendía. Mis padres tampoco estaban felices de saber qué me había casado con un coreano.

Estaba terminando de hacer la lista de pendientes para el mercado cuando Ji-hu llega del trabajo, notablemente cansado, con algunos papeles encima y un humor de los mil demonios. Otro día mas, genial. Me acerco para servir la cena, lo abrazo tiernamente y me aleja de inmediato.

- ¿Está todo bien? - Pregunto mientras camino hacia la cocina.

- Estoy cansado - Se toma la cabeza con ambas manos - Tengo algunos pendientes para la fiesta y me está estresando más de lo que debería.

- Entiendo cariño - Comienzo a servirle la comida y lo miro de soslayo - ¿Trabajarás hasta tarde hoy?

- ¿Qué crees? - Responde en tono seco y brusco -

- Terminaré de cenar y te dejaré tranquilo - Hago una mueca con mi boca, mostrando resignación.

- Ok - Dice sin interés.

Desde hace un par de meses que Ji-hu estaba más distante de lo normal, la presión de ser padres ya había comenzado a deteriorar la relación y el trabajo lo tenia consumido. a mi también me afectaba de sobremanera no poder ser madre, pero me había realizado todos los exámenes que mi esposo me había pedido y todo estaba en orden, según mi medico, era lo suficientemente fértil para poder quedar embarazada. Estábamos a la espera de los resultados de Ji-hu. 

Una noche más sin intentarlo, pensaba mientras me ponía mi pijama. Tenia la ilusión que dentro de poco, tuviéramos el tiempo suficiente para poder retomar nuestros planes de ser padres. Me sentía muy sola. Amaba a mi esposo y necesita sentirlo como cuando nos casamos. 

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora