Parte 11

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Ambos terminamos aquella conversación, nos vestimos y acompañe a Tae a la puerta. Diez días, no lo olvides, me dijo con una gran sonrisa y se alejó. Estuve de pie junto a la entrada de la puerta por varios minutos, intentando entender que había pasado y porque no había sido capaz de negarme. "Acabo de hacerle el amor a una mujer que no pudo controlar a su propio cuerpo ante el deseo de ser amada.", sus palabras retumbaban en mi mente una y otra vez. Tenia razón. ¿Por qué no había podido controlarme y caer sin resistencia ante él?. Me di una ducha para poder aclarar mis pensamientos, que divagaban entre interrogantes y excusas, pero jamás en culpas. No podía comprender como Ji-hu hablaba de nuestro matrimonio a sus amigos en el trabajo, yo sólo había hablado con mi hermana porque era mi única familia que me quedaba y para el nos estábamos separando. Terminé de dejar toda la habitación ordenada para que Ji-hu no se diera cuenta de lo que ahí había pasado. Nunca me tomaba demasiada atención, así que debo suponer que no se dará cuenta que tuve que cambiar hasta las sábanas. Ay Taehyung, suspire con admiración.

Ji-hu llegó a casa como era de costumbre, un saludo cortante y comportamiento distante. Todo iba en absoluta normalidad cuando sale del cuarto de baño con expresión preocupada. ¿Se habrá enterado?, pensaba. No despego sus ojos de su teléfono celular y yo, en tanto, estaba lista para irme a dormir. Estaba adolorida. Exquisitamente adolorida. Toqué la almohada y mis ojos se cerraron automáticamente.

Al día siguiente, desperté aun adolorida pero con una energía diferente. ¿Tan bien hace el sexo?.

Hice mi desayuno, Ji-hu aun estaba en la cama y yo me serví una taza de café. Este fin de semana habíamos planeado ir a buscar los exámenes de él para completar el tratamiento de fertilidad, pero, por alguna razón, mi esposo lo había olvidado y seguía durmiendo. Fui hasta el balcón para observar los cerezos que tanto amo, el aire fresco hacia agradable el momento y comenzar una lectura era excelente idea. Concentrada en mi libro, siento que unos brazos me rodean y al girar mi cuerpo, Ji-hu me sonríe. Lo miro confundida. Hace varios meses que dejó de lado ser amoroso conmigo y ya no existían abrazos entre nosotros.

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora