Maybe There Are Feelings In Space||Simple Simon [Bill Skarsgard]

Capitulo 8.

—¡Rose! ¡Rose, detente!

Oí los gritos de Jennifer pero no me detuve, muy por el contrario, aprete el paso.

—¡Rose!

La oí más cerca y sentí su mano presionar mi brazo haciendome girar hacia ella.

—¿Que fue lo que paso? ¿Por que le gritaste a Simon?
—¡Por que es un imbecil!—respondí en un grito, zafandome de su agarre—Se molesto conmigo por tus estupidos comentarios de que él y yo estamos juntos. Me desprecía tanto que ni siquiera tolera una bromita de su amada Jennifer.

—¿Que?
—Olvidalo. Ve con él y déjame en paz, sinceramente no tengo animos de estar con nadie ahora.

Dije y di media vuelta para poder continuar de una vez con mi camino. Lo hice con tanta prisa que en menos de quince minutos estuve en mi casa, y una vez ahí me encerre en mi dormitorio intentando que la rabia y tristeza que sentia en ese instante se esfumara lo más pronto posible.

[. . .]

Desperte a causa del sonido que mi telefono hacia ante la llamada entrante. Ignore las primeras dos y lo puse en vibrador, pero ni así dejaba de ser fastidioso por lo que decidí atender. Aun asi, al ver el nombre "Jen" en la pantalla, rechace la llamada.

—¿Que demonios quieres ahora?

Murmuré eliminando los registros de llamadas perdidas, cuando divise un mensaje. Lo abrí y decia: 

"Simon lleva cinco horas en su nave, debes venir, por favor. Sam"

Deje el telefono en mi cama y lo pense por unos segundos para luego dar un bufido y ponerme de pie.

—Má iré a casa de los muchachos, vuelvo en un rato.
—Dile a tu hermano que te lleve, ya es muy tarde—me indico.

Bufe y mire a mi costado, Liam venia con su telefono en mano, bajando por las escaleras y viendome con una sonrisa.

—¿A donde la llevo señorita?
—No diré al fin del mundo, pervertido incestuoso.

Le aclare haciendo alusión a la famosa serie que mamá mira cuyos personajes principales tienen como frase "Te llevaria al fin del mundo" una cursileria, pero en fin. 

Sin mas salimos de la casa y subimos al coche, durante el camino me encargue de explicarle brevemente lo sucedido. Apenas llegamos al departamento de los chicos, basto con que solo tocara una vez al timbre para que Sam nos recibiera.

—¿Sigue adentro?
—Si—respondió dejandonos pasar—Luego de que discutieran se puso muy mal, se encerro y ya no quiso salir.

—Hablare con él.

Musite y me dirigí por el estrecho pasillo hacia el dormitorio de Simon. Abrí la puerta y me acerque para sentarme en el rincón de siempre, entre la cama y su "nave".

—Simon.

Pronuncie pero como era de esperar no obtuve respuesta alguna. 

—¿Podemos hablar?—pregunte con mi mirada en el suelo—¿Quieres hablar conmigo?
—Si.

Oí del otro lado, lo que me hizo sentir ahora culpable por haberlo tratado como lo hice.

—Lamento haberte gritado—musite apenada—Es solo que me enoje y...y dije cosas que no debia.

Explique pero nuevamente hubo silencio de su parte.

—¿Por que no sales de ahí? Fueron apenas unos gritos nada más. Anda, sal.
—No.

—¿Por que no? Sal.
—No.
—¿Tú estas enfadado conmigo?

—No.
—¿Entonces por que continuas así?
—Porque piensas que soy un imbecil y te alejaras. Lo arruine todo.

Contesto y la decepción que percibí en su hablar hizo que mi corazón se estrujara.

—No arruinaste nada—le aclaré—Yo no creo en realidad que seas un imbecil, y tampoco me alejare.
—¿No?
—Claro que no.

Garantice arrodillandome para acercarme y quitarle la tapa al barril para poder verlo.

—Me alejare de ti cuando tú me lo pidas, de lo contrario estare siempre aquí Simon. 

Aseguré sonriendole timidamente ante su atenta mirada. De a poco su expresión fue modificandose y puedo jurar que estuvo a punto de sonreir pero tomo completa seriedad ante la presencia de su hermano quien nos interrumpió.

—¿Esta todo bien?

Pregunto, yo lo mire y asentí ligeramente con la cabeza.