Maybe There Are Feelings In Space||Simple Simon [Bill Skarsgard]

Capitulo 122.

—Arriba, vamos. Es hora de despertar jovenzuelos—los llamo George—Y otros no tan jovenzuelos—bromeo viendo a sus hijos durmiendo en los sillones inflables.
—Papá los llamo ancianos—se burlo Rose soltando una carcajada.
—Disculpa querido padre, pero en esta habitación y de hecho, la casa entera, nadie es más anciano que tú—replico Liam, sonriendo luego al ver la expresión que le regalo George.

—Mejor levantense que el desayuno ya esta listo.
—¿Lo preparaste tú, pá?—inquirió Rose.
—Si, asi que apresurate, te perderás de un verdadero manjar sino.

Dijo este sonriendole, ella de un salto salió de la cama y lo abrazo.

—Ahi va, la nena de papá—se burlo Liam.
—Cierra la boca, anciano asqueroso—replico su hermana haciendolo reir—Vamos, levantense. Vamos a desayunar.

Todos se fueron levantando y tras asearse brevemente, se dirigieron a la cocina para poder desayunar todos juntos y tranquilos.

—Si debo ser honesto, esto se siente extraño. No tenia una pijamada desde los dieciocho años más o menos—comentó Liam—Y ni siquiera eran pijamadas, eso era cosa de "niñas"—recordo soltando una risita.
—Que ironico, según recuerdo todos tus amiguitos eran unas niñas—se le burlo Rose—Recuerdo esa vez en que hicieron ese viaje en el auto de Austin y luego papá tuvo que ir a recogerlos en medio de la carretera porque se habian perdido—añadió riendose junto a los demás.

—En mi defensa, eramos todos unos niños y el camino estaba oscuro. En esa epoca ni siquiera habia GPS, nos extraviamos enseguida.
—Oigan—los llamo Lilly—¿Puedo preguntarles algo?—inquirió viendo a Jennifer y a su primo.
—Claro, dinos—contestó la blonda.

—¿Ustedes son algo o...es mi imaginación?—inquirió y estos se rieron.
—Pues no, no es tu imaginación Lilly. Digamos que puedes considerar a Jen como tu prima—le informo Liam esbozando una tierna sonrisa, misma que esbozo Jennifer ante sus palabras.
—¡Oye! Eso es maravilloso, los felicito, forman una hermosa pareja—dijo Lilly muy sonriente.

Todos siguieron desayunando tranquilos y entre charla y charla el tiempo se les paso volando. Finalmente todos se dirigieron a sus respectivos empleos, mientras que Jennifer se decidió por acompañar a Rose al suyo, ya que a Simon lo acompañaria Lilly.

—¿Puedes creer el comportamiento de Liliana? Lo conoce hace un dia y medio y ya lo acompaña al trabajo—argumentó Rose girando los ojos—Lo peor es que Simon no se queda atrás.
—¿Que hizo Simon?—cuestiono Jennifer—Ay por favor, no me vengas con que Simon le coquetea porque esa si no me la creo. Ni siquiera coqueteaba contigo, mucho menos lo hará con ella.
—No, no sé si coquetea pero la llama "Lilly" ¿entiendes? ¡"Lilly"!—exclamó haciendo una mueca de desagrado—Estuvimos tres meses juntos y apenas una vez me llamo amor, y estaba ebrio. A esta la conoce hace horas y ya la llama Lilly ¡Se llama Liliana, no Lilly!—grito con molestia y Jennifer estallo en una carcajada—¿De que te ries? ¿Que es tan gracioso?

—Tus celos, Rose—contesto la blonda entre medio de risas.
—¿Cuales celos? Yo no siento celos.
—No, claro que no.
—No siento celos, Jennifer—aclaró con suma seriedad la joven Gallagher.

—¿Entonces porque te molesta la nueva amistad entre tu prima y Simon?
—Pues porque...porque Simon es inocente, es un chico especial, y Lilly solo quiere acostarse con él y botarlo.
—Como tú...—comentó Jennifer haciendo una mueca, recibiendo una fulminante mirada por parte de su mejor amiga.
—¡No, no como yo! Yo no me acoste con él y luego lo bote, tú sabes bien eso Jennifer. Yo sentí verdadero amor por Simon y tú lo sabes.
—Si, si lo sé, disculpa, no quise angustiarte—dijo ella frotando su brazo—pero es que...Rose tú lo dejaste, si Simon quiere tener otra novia esta en todo su derecho.
—Por supuesto que si, él tiene derecho a ser feliz yo no digo lo contrario, es solo que...
—Te matan los celos—afirmo Jennifer.
—No—replico la joven Gallagher—Es que yo soy conciente del sufrimiento que le cause a Simon ¿de acuerdo? Y conozco a Liliana, ella no busca relaciones serias, solo acostones y ya. Yo no quiero que él continue sufriendo, no se lo merece—explico siendo bastante honesta—Lo de los celos olvidalo, si no fuese por esa incomodidad que ya te comente, por mi esos dos pueden quedarse juntos, no me interesa.

Agrego restandole importancia aunque para Jennifer aquella actitud de desinteres le resulto muy poco creible.