Maybe There Are Feelings In Space||Simple Simon [Bill Skarsgard]

Capitulo 93.

—No te pongas mal...—pedí tomando su mano pero enseguida me aparto.
—No me toques.
—No hagas esto amor, yo si quiero vivir contigo pero más adelante, cuando sea el momento adecuado—explique tomando nuevamente su mano—No te enfades, por favor—pedí y él solo me miro—¿Me dejas darte un beso?

—No.
—Pero quiero besarte. Por favor—insistí acercandome para llegar apenas a besar su mejilla—Anda amor, unos besitos nada más.

Dije y me reí al ver la diminuta sonrisa que esbozo. Enseguida uni mis labios con los suyos en un tierno beso, que por suerte me correspondió.

—No me gusta que estes molesto, amor.

Musite acariciando su mejilla. Me miro y se incorporo para ir empujandome con su cuerpo, haciendome caer de espaldas a la cama quedandose encima de mi por lo que no pude evitar sonreir.

—Viviremos juntos un dia amor, solo que no ahora.
—¿Cuando?
—No lo sé, pero cuando el momento indicado llegué lo sabremos—asegure al tiempo que movia un mechón de cabello de su rostro—pero no tienes que sentir prisa, nosotros vamos a estar juntos mucho, mucho tiempo ¿o no?

—Para siempre, eso prometimos.
—Bueno, por eso mismo, no es preciso adelantarnos. Podremos vivir juntos cuando seamos un poco más grande, tenemos todo el tiempo del mundo no hay porque apresurarse.

Sonreí para luego acercarme y darle un pequeño beso, uno que me siguió y fuimos ampliando hasta que de a poco fui enredando mis piernas alrededor de sus caderas y sonreí al sentir sus manos bajar por mi cintura hacia los botones de mi short para comenzar a desprenderlo, pues no tiende a usar mucho sus manos y el hacerlo significa que de a poco va tomando mayor confianza y eso me agrada.

Nos besamos por unos instantes más hasta que fuimos librandonos de nuestras prendas, soltando ambos un ligero gemido ante la invación. Comenzó con movimientos lentos para ir de a poco incrementando la velocidad al tiempo que nuestras respiraciones se agitaban más y más.

—Rose maldita ¿como es posible que vengas y no me salu...?

Se escuchó en la puerta por lo que ambos se detuvieron y vieron asustados e inclusive avergonzados ante la mirada de Jennifer que se encontraba igual o incluso peor que ellos, pues para ella fue muy evidente lo que ambos hacian debajo de aquellas frazadas.

—Oh por Dios—susurró cubriendose la cara—Simon consigue llave o un cartel ¿quieres?—pidió en una queja—Rose ve a mi dormitorio cuando acabes. Quiero decir, no cuando acabes sino cuando...

—¡Jennifer!—se quejo la pelinegra.
—¡Ugh! Ve a verme luego. 

Dijo y salió rápido de la habitación. Simon y Rose quedaron en silenció unos segundos, hasta que él la miro y hablo.

—¿Podemos continuar?

Ella lo miro e hizo una mueca para luego sonreir y asentir con la cabeza, al tiempo que lo tomaba del rostro para poder besarlo. Simon por su parte reanudo las embestidas, continuando con lo interrumpido minutos antes.