Maybe There Are Feelings In Space||Simple Simon [Bill Skarsgard]

Capitulo 34.

Rose's Pov

Intente disfrutar la fiesta todo lo que pude y de hecho lo hice, pero apenas paso una hora exacta decidí regresar y Tom opto por acompañarme, estaba bastante alcoholizado y note sus varios intentos por besarme e incluso convencerme de llevarme a su departamento. Pero gracias al cielo yo no habia probado una gota de alcohol, y no le seguí el juego. Me despedí y apenas Simon abrió la puerta, me adentre al departamento junto con él.

—Llegas veinte minutos tarde—dijo observando su reloj.
—¿Estoy aquí o no?
—Si.
—Bueno, entonces no hagas tanto drama—pedí tomandolo del brazo—Ven, veamos alguna pelicula en tu cuarto.

Le dije y apenas estuvimos dentro del dormitorio, me arroje a la cama. Estaba exhausta en verdad, y eso que solo estuve una horita en esa bendita fiesta.

—Es viernes y es de madrugada, de seguro estan dando alguna pelicula de terror. Busca—le indique señalando el televisor.

—Esta bien.

Dijo y se sento en la cama comenzando a buscar alguna pelicula en la tele, al cabo de unos minutos encontro la conocida "Actividad Paranormal" y decidimos ver esa, pero yo no pude quitar mi atención de él que se quedo sentado en lugar de acostarse a mi lado.

—¿En serio vas a quedarte ahí?—pregunte sin poder creerlo, él me miro—Ven—dije extendiendo mi mano—Volví para pasar tiempo contigo, no te quedes a cuarenta metros de mi.

—No son cuarenta metros.
—No me importa, ven y acuestate aquí.

Le pedí y me sonreí cuando a los segundos se acercó y se recosto junto a mi. Lo mire por unos momentos hasta que me acerque y recargue mi cabeza en su brazo.

—No me pegues—pedí rápidamente tapando mi rostro con mis manos.
—No lo haré—contestó sorprendiendome gratamente—Dejare que me toques si es lo que quieres.

Me dijo posicionandose de costado en la cama para mirarme, yo sonreí.

—¿De verdad?

—Si.

Los dos nos quedamos en silencio por unos segundos hasta que extendí mi mano para tomar la suya, haciendome sentir muy contenta al no rechazarme. En su lugar, tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos, haciendome sentir un ridiculo cosquilleo en el vientre.

—Te quiero mucho, Rose—soltó y yo lo mire y sonreí enternecida de sus palabras.
—Y yo a ti.

Contesté acercandome más a él para poder abrazarlo, y si bien no me abrazo devuelta al menos no me aparto, lo que me hizo sentir muy contenta.