Maybe There Are Feelings In Space||Simple Simon [Bill Skarsgard]

Capitulo 106.

Las semanas pasaron y si bien jamás le confese a Simon lo sucedido con Alan, la culpa no deja de matarme. Lo peor es que Alan me gusta cada dia más y eso me hace sentir peor, porque no quiero actuar cual zorra o ser una maldita con Simon y herir sus sentimientos, pero la atracción por Alan es cada vez más fuerte y no puedo hacer ya nada al respecto.

—¿Quieres que nos veamos en la tarde?

Me pregunto pues accedí a verlo unos minutos antes de entrar al trabajo.

—No, debo ver a Simon.
—¿Cuando vas a dejarlo?—inquirió pero no respondí, solo lo mire—Llevas dias posponiendolo, y sinceramente me esta hartando el verte solo de a ratos. Rose yo quiero estar contigo todo el tiempo—expresó acercandose a mi.

—No puedo dejarlo Alan, él...él es muy sensible, podría tener una crisis y yo no quiero eso.

—Rose no puedes estar la vida entera atada a él solo para no lastimarlo—aclaró Alan tomando mayor seriedad—Más allá del sindrome, él ya es lo suficientemente grande como para entender que si una relación no da para más, se debe terminar.
—Yo intentare hablar con él, pero dame tiempo—pedí—Hoy intentare conversarle sobre lo que esta pasando ¿de acuerdo? Pero quiero hacerlo con cuidado, no a los apurones porque sino sera peor.

Él asintió con la cabeza y se acercó para darme un corto beso, pues enseguida lo interrumpí para poder irme de una vez a mi trabajo. 

[. . .]

Apenas mi horario laboral termino, me dirigí derecho al departamento de los muchachos. Hablaria con Simon, lo intentaria y trataria de explicarle bien el porque decido poner fin a esta relación, esperando no herirlo mucho en el proceso.

—Hola.

Dijo al verme atravesar la puerta del dormitorio, fingí una sonrisa y me acerque para besar su mejilla en modo de saludo y luego sentarme a su lado.

—¿Que haces?

—Nada, solo pensaba—me contestó.

—Simon ¿crees que podamos hablar un poco?

Pregunte con nerviosismo, ironicamente moviendo con mis dedos el anillo que llevaba en mi mano izquierda. 

—¿Que sucede?
—Um...es que...y-yo...

Titubeé muriendo de nervios de sentir su mirada sobre mi y más aun al yo tener bien claro lo que diría.

—¿Que sucede, Rose?
—Es que.. yo te quiero mucho ¿sabes? Te quiero mucho, no olvides jamás eso—musité tomando su mano—pero viendo como han sido las cosas ultimamente, como te he tratado y demás, yo...—llegué a decir soltando un suspiro al ver su mirada fija en la mia—Simon no creo que sea conveniente para ninguno de los dos el continuar juntos.

—¿Que?—pregunto parpadeando varias veces, mostrandome que estaba asombrado e inquieto incluso—¿P-por que?
—No nos estamos haciendo bien, muy por el contrario, y...y la verdad es que yo ya no siento lo que solia sentir antes—expresé sintiendo mi mirada empañarse—Lo lamento.

Dije rápidamente poniendome de pie para salir del dormitorio y posteriormente del departamento, sin embargo apenas llegué al pasillo sentí sus brazos rodeandome, apegandome a su cuerpo.

—No, no, no, Rose no me dejes—me pidió y la desesperación en su voz hizo que mis lágrimas salieran—Por favor...
—Simon...
—Y-Yo puedo cambiar si q-quieres, puedo...Rose cambiare por ti—aseguro haciendome voltear para que lo mirase—Saldré a pasear contigo, te...te llamare amor si así lo quieres, yo...Rose te diré más seguido lo que siento por ti, pero no me dejes.

Pidió en casi una suplica mientras me volvía a abrazar. Yo no dije nada, pero me aferre a ese abrazo en cierta forma como modo de disculpa por estarlo hiriendo de esta manera.