025 - 𝐏𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐝𝐚ñ𝐚𝐫𝐭𝐞

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Narrador

Ambos salieron de la habitación tomados de las manos. Al tener a la señora Kim en sus narices, necesitaban convencerla de que ellos llevaban una vida armoniosa y feliz. Pero muy en el fondo, cada uno agradecía que ella estuviera ahí ya que pasaban más tiempo juntos, sin peleas, sin terceros que se interpongan, solo ellos dos.

Jin aun no quería aceptar el fuerte sentimiento que había nacido hacia Nara, en cambio Nara, ya lo había aceptado, solo que no tiene la intención de confesarse. Piensa seguir el plan de divorcio e irse y cree que así se olvidará de todo, pero lo que ignoraban era mucho más fuerte. Un secreto de familia los podía unir o los podía separar para siempre.

—Les hice el desayuno —dijo la madre de Jin.

—¿Este mundo está cambiando a las mujeres? —masculló Jin —. Primero mi esposa me hace la cena y ahora mi madre me hace el desayuno.

—Cállate —susurró Nara. Se sentaron a comer y a platicar un momento.

—Nara, ¿no piensas ir al trabajo?

—Renuncié al proyecto.

—¿Por qué?

—Porque mi esposo está más capacitado que yo para llevar mucha responsabilidad. Aparte no quiero arruinarlo todo por estar jugando.

—¿Quién te dijo todo eso, hija?

—Nadie, solo pensé que era lo mejor.

—Te aconsejo que vuelvas, tu padre y mi esposo no permitirán eso. Mira, estoy segura que no renunciaste de gusto —dijo viendo a Jin de manera asesina causándole escalofríos a la pareja —. Se te necesita en el proyecto, al igual que tu hermano y cuñados. Los demás solo son socios, agregados para el beneficio de las empresas, pero bueno, si es tu decisión, entonces la respetaré. ¿A quién le dejaste el poder de decidir por ti?

—¿Mi firma? —preguntó Nara confundida.

—Sí, tu firma, te repito, eres indispensable en esto.

—Entiendo, entonces ¿le tengo que dejar mi firma a alguien?

—Exacto, ¿a quién se las dejaras? —Jin observó a Nara curioso porque estaba seguro que a él no le dejaría su mando.

—Lo pensaré —finalizó con frescura.

Jin se fue a la empresa y Nara quedó sola con su suegra. Pasaron una tranquila tarde. Hablaron de sus vidas, y cosas superficiales.

—¿Quieres que te diga algo Nara?

—Dígame.

—No te dejes subestimar ni te dejes sentir menos por nadie.

—¿A qué se refiere?

—A Rosé. Ella volvió, no sé qué intenciones tenga. Le tengo cariño porque fue muy buena amiga de Jin en el pasado, pero si te pongo en la balanza, ella no significa nada a comparación tuya. Eres la esposa de mi hijo, y no aceptaré a nadie sino eres tú. Desde hace mucho anhelaba verte en el altar tomada de la mano de mi hijo así que no permitiré que alguien que le fue mal en el amor venga a destruirte Nara.

Pero si ella ya está destruida

Las voces en la cabeza de Nara aparecieron en el momento menos indicado. Se empezó a sentir ansiosa y acorralada.

—Así que no permitas que ella sea un obstáculo.

Pero el único obstáculo eres tú, Nara. Arruinas la vida de todos los que te rodean.

—No es cierto —vociferó asustada. La señora Kim se quedó asustada por el repentino ataque de su nuera.

—Nara, ¿te pasa algo?

♣️HOUSE ♥️OF♦️ CARDS♠️ (Kim Seok Jin)🔞 #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora