069 - ¿𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐩𝐚?

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NARRA Nara

Salí de mi habitación y me dirigía la suya. Al igual que mi departamento, las habitaciones tenían dos formas de ingresar; con tarjeta o con código. Y para mí suerte conozco los trucos de los hoteles de mi familia, y uno de ellos es el código de acceso que abre todas las habitaciones. Esto lo implantaron cuando yo di la idea hace dos años porque a mí se me olvidaban las contraseñas, y si había una emergencia habría forma de solucionar rápidamente.

—9876, listo —dije para mi sola en voz alta y automáticamente la habitación abrió.

Me adentré a la enorme habitación que en realidad parecía un departamento. Iba a dirigirme a su cama cuando la vi. Una hermosa silueta de cabello largo y castaño, que, a pesar de sus casi 47 años, tenía un hermoso cuerpo.

Ella estaba parada en ese balcón con una copa de vino en sus manos. Me quedé estática siguiendo sus movimientos por unos segundos hasta que me volví armar de valor.

—Beber tan de noche es malo —dije, pero ella ni siquiera se inmutó.

—¿Quieres una copa?

—Me bebí mis medicamentos, así que no sería prudente.

—Por supuesto —ella guardó silencio unos segundos. Largos segundos.

—¿Terminaste tus compromisos?

—Hace tres días.

—Enton...

—No sabía cómo acercarme a ti, no sabía qué te iba a decir, no sabía si me ibas a escuchar hasta el final. No quería alterarte, pero esas solo eran excusas baratas que encontré para no admitir que tenía miedo ante la situación —entré a la enorme suite y me acerqué al sofá. Tomé una manta y un cojín. Regresé al balcón y me senté en el muy frío suelo. Palmeé dos veces el suelo indicando que se sentara a mi lado, y eso hizo.

—Puedes hablar, prometo intentar escuchar hasta el final —después de que ella se sentara, yo recosté mi cabeza entre sus piernas y me a cobijé.

—Cuando me quedé embarazada de ti, te juro que no lo podía creer. No me malinterpretes, lo que pasó fue que el doctor me dijo que no iba a poder tener más hijos porque el embarazo de Hobi me dejó muy débil y dañada, así que desistí de la idea de que en algún momento podría sentirme completa teniendo una parejita y me quedé con la idea de quedarme con un hijo. Obviamente amaba a tu hermano, pero yo tenía otros planes y me frustraba no poder cumplirlos por mi estúpido cuerpo.

>> Cuando naciste y me dijeron que eras niña, lloré. Lloré tanto que los doctores me malinterpretaron y preguntaron que si te quería dar en adopción. Yo me negué, obviamente. Es solo que no me lo podía creer ya que en la ecografía no te dejaste ver, pero me aseguraban que ibas a ser un niño. Cuando te tuve en mis brazos por primera vez y vi tus ojos, tu nariz que parecía un pequeño botoncito, tus mejillas tan rosadas, y tus manitas tan diminutas, me enamoré. La gente se crea un cuento en la cabeza de que aman a sus bebés desde el momento que saben de su existencia y bla bla bla —yo reí— pero no, es mentira. Nadie puede amar algo que no ve. Solo se mentaliza sabiendo que hay algo dentro de uno creciendo y que un día estará en nuestros brazos y que eventualmente lo amará, pero el amor nace hasta que lo tienes por primera vez en los brazos. En el embarazo solo nos sentimos especiales al sentir a una criatura dentro de uno, pero hasta ahí —ella guardó silencio, como si estuviera pensando en qué iba a proseguir.

—No te arrepientas y sigue.

—Habíamos dicho que nuestra hija se casaría con el hijo de los Kim. Éramos grandes amigos, pero ellos adelantaron los planes teniendo a Namjoon. Yo no me iba a embarazar a los 21 años, así que luego decidimos que sería con el siguiente bebé. Y llegó Jin, tu padre siempre bromeaba con eso de casarlos, pero jamás lo dijo en serio. No quería que su princesa se casara y quería que fuera siempre para él. Y se alegró tanto cuando nos dimos cuenta que iba a tener un varón y no una niña para poderte casar con Jin, pero todo fue ilusión hasta que llegaste. Jin tenía 3 años y cuando te conoció dijo que te iba a cuidar para toda la vida. Aún con su torpe vocabulario dijo: "e muy bonita, ¿puelo cuilarla tola la vida?" —yo volví a reír imaginándome esa escena—. Y ahí fue cuando nos dimos cuenta que aquella locura de casar a nuestros hijos probablemente se iba hacer realidad.

♣️HOUSE ♥️OF♦️ CARDS♠️ (Kim Seok Jin)🔞 #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora