♣️HOUSE ♥️OF♦️ CARDS♠️ (Kim Seok Jin)🔞 #PGP2022

104 - ¿𝐓ú 𝐧𝐨 𝐭𝐞 𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚𝐬?

NARRA Nara

«¿Puedo decir que la vida es injusta?»

No sé, supongo que no muchos merecemos la justicia. Unos, día a día juegan con la vida injustamente por el bien propio, otros intentar hacer justicia por el bien ajeno, pero por alguna razón siempre ganan las decisiones que se toman por el bien propio. Supongo que luchar para el bienestar de los demás siempre será en vano.

Mi hermano se arrepintió, pidió perdón y decidió ser una buena persona para su hija. Olvidó el pasado y se superó a él mismo, incluso arriesgó su vida para salvar a alguien «¿qué hizo mal?»

Había pasado dos días desde que lo dieron en un estado de coma. Mi padre salió perfectamente de la cirugía y ya estaba en reposo total. Mi madre y yo nos empezamos hacer cargo de ciertas cosas, pero yo en pocos días ya debía volver a Estados Unidos. Es aquí cuando digo que es mejor una injusticia por el bien propio, porque aún sabiendo que me necesitan, sigo con mi mentalidad lejos de aquí.

—Siguen sin querer quedarse —dijo Jin abrazándome después de ir acostar a Hye y obligar a Yo-han a dormir en su cama.

—Lo siento, buscaré una solución luego —empezó a besarme el cuello y yo lo detuve —. ¿No se supone que estás triste?

—Exacto, tienes que consolarme. Por cierto, tu doctora ya me dio tus pastillas, las dejé en tu cajón. Deja de arriesgarte con esas inyecciones — metió su mano debajo de mi camisa y presionó con fuerza uno de mis pechos.

—Jin~ —lamentaba no haber reprimido ese gemido.

—Muy bien —creí que me iba a dejar en paz, pero no. Metió su otra mano mientras él se acercaba para besarme.

—L...los niños pue... ¡Ah~! pueden entrar.

—Ya cerré la puerta.

Levantó mi camisa hasta dejar expuestos mis pechos por completo y tomó uno con su mano para meterlo a su boca y con la otra mano jugaba con mi pezón. Intentaba que mis jadeos fueran lo más bajo posible, pero no sé qué hace este hombre para volverme loca en solo un par de segundos. Lo miré a los ojos y estos brillaban como dos estrellas pero a la vez estaban negros y llenos de deseo. Empezó a besar mi abdomen y al parecer tenía planes de seguir bajando, pero mi short de tela le empezó a estorbar. De un solo movimiento se deshizo de él y junto con eso se deshizo de mis bragas. Iba a protestar pero sentir sus labios en mis piernas se sentía mejor que ponerme a pelear por algo que yo sabía que quería.

Sus labios eran suaves, pero demasiados traviesos. Sentí esa sensación cálida en mi zona, y aunque sabía que eso era lo que iba hacer, no pude no sorprenderme de lo rápido que me hizo venir. Se rió en silencio por mi precoz descarga pero no se detuvo hasta tragarse todo de mí. Mis manos se aferraron a su cabello cuando empezaba a sentirme en la gloria, pero al parecer a él últimamente le gustaba interrumpir mis momentos dorados. Se levantó y volvió a pegarse a mis labios con desesperación, dejando un ligero sabor que por supuesto reconocí y no me propinaba nada de asco.

Él se bajó su pantalón quedando en bóxer así que decidí que me tocaba hacer lo mismo. Me senté en la cama antes de que él se colocara encima mío y lo miré con una sonrisa. Él entendió lo que quería, pero no quiso ceder hasta que prácticamente lo obligué. Al meterme su miembro a mi boca, soltó un jadeo y su respiración empezó acelerarse. No podía meter todo su miembro a mi boca porque al tocar mi garganta interrumpía mi vaivén y la verdad estaba disfrutando mucho tal acto perverso.

Iba tan bien, incluso sentía que ya era parte de mi boca de lo bien que se sentía tenerlo dentro, pero cuando sentí que estaba en el punto más alto, él salió de mi boca y su espeso líquido cayó en mi spechos y algo en mi vientre. Agradecía que no me cayera en la cara, pues no me gustaría para nada que algo tan caliente y espeso tocara mi rostro.