066 - 𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐝𝐢𝐠𝐚𝐬 "𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚"

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NARRA Nara

Salí disparada del departamento. Estaba muy enojada. Odiaba cuando Jin me molestaba como si siempre estuviera de humor para aguantarlo. Parecía niño pequeño, y no se veían signos de que algún día iba a dejar de actuar tan inmaduro.

Habla de inmadurez la chica que prefirió colgarse de una soga en vez de soportar un poco más las cosas.

«Odiaba escuchar cosas en mi cabeza. Desearía que mis pensamientos fueran completamente propios y no tener que estar dependiendo mi subconsciente tóxico»

Llegué a un piso debajo de donde vivíamos. Ni siquiera sabía qué hacía ahí. Me bajé porque ahí había una pequeña terraza que no le pertenecía a nadie, era como un tipo de sala de estar para todo ese piso —cosa que yo no tenía en mi piso —. En mi piso solo vivíamos Jin y yo, había otro departamento, pero uno estaba vacío, prácticamente abandonado porque en todo lo que había pasado del año, solo unas dos veces llegó el dueño y solo para entrar y a los cinco minutos salir —«Nadie debería juzgarme, soy mujer y me gusta el chisme»— y así ha pasado el resto del año.

Me senté en el sofá de mala gana y probablemente mi rostro reflejaba la furia que sentía.

«No sabía quién era más inmaduro, si Jin por querer molestar por todo y por nada, o yo por enojarme por las estupideces de un hombre de 24 años con la mentalidad de un niño de 10»

Seguí ahí sentada unos cuantos minutos mientras veía la luna que, aunque no estuviera muy brillante, siempre era fascinante quedarse viéndola.

—¡Coney, no! —gritó una chica.

Un conejo que tenía el tamaño de un perro —nótese el sarcasmo— venía brincando como si estuviese en un prado verde en el que podía ser libre. Me agaché y lo recogí entre mis manos.

«¡Y vaya! Pesaba más que Sebastiano»

—Lo siento mucho, no puede ver que se abre la puerta porque quiere salir. Por mí no habría problema de que se la pasara saltando en este pasillo, pero ese balcón se ve muy peligroso y me moriría si le pasara algo.

—Te entiendo, yo tengo un pequeño gato que es algo travieso, pero tierno.

—¡Ohh! Qué bien. ¿Cómo te llamas?

—Nara, ¿Y tú?

—Jinina

«Horrible nombre»

—Lindo nombre.

—Te he visto unas dos veces, eres del piso de arriba, ¿verdad? —asentí con la cabeza—. ¿Y qué haces aquí? Si se puede saber.

—El insoportable de mi esposo me sacó de quicio. Pero creo que ya es hora de volver, ya tomé suficiente aire.

—Si quieres, puedes dejarlo sufrir un rato y acompañarme a cenar.

—Mmm~ ¿Qué hay de cenar?

—Macarrones con queso fundido, si no te gustan te podría hacer otra cosa, solo es para que te relajes un poco.

—No, está bien. Los macarrones con queso me gustan —obviamente mentí, pero no quería que otra persona más me mirara raro por lo quisquillosa que soy con la comida.

«Le quiero demostrar a Jin que puedo comer más que solo una ensalada»

Entramos a su departamento, que era más pequeño que en el nuestro, pero no dejaba de ser de lujo. Ella se acercó a la estufa y empezó a servir en unos platos de vidrio transparentes. Se acercó al comedor y los posicionó.

—Puedes sentarte —dijo—. Es chistoso, te he visto unas cuantas veces pero nos hablamos hasta hoy y de paso estamos cenando juntas.

—No soy tan sociable que digamos.

♣️HOUSE ♥️OF♦️ CARDS♠️ (Kim Seok Jin)🔞 #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora