061 - ¿𝐀 𝐝ó𝐧𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫, 𝐉𝐢𝐧?

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Narrador

Luego de que Nara se durmiera, pasaron unas cuantas horas y la tercera hora de visita habilitada para Jin llegó.

Entró a la habitación y la miró dormida. Ella parecía un ángel ante sus ojos. Un ángel puro que había sido envenenado ante los ojos de los que decían que la amaban. Pero nadie pudo hacer nada, incluso, nadie puede ni podrá hacer nada, pero él no quería aceptarlo aún. Tenía la pequeña esperanza de que ella podría salir de todo y al final podrían ser felices, pero se equivocaba. En esas condiciones ella no se sentía capaz de poder hacerlo feliz ni a él ni a nadie, incluso a ella misma.

Nadie lo entendía como él lo hacía. Nadie había visto cómo ella se derrumbaba de sufrimiento en una cama. Nadie había visto a la mujer que ama con una soga enrollando su cuello al borde de la muerte. Nadie más que él la había escuchado hablando con alguien que ya no existía en este mundo. Nadie podía comprenderlo y sufrirlo como él.

Del aburrimiento, Jin empezó a ordenar la habitación. Porque sí, era como si estuviera quedándose en una habitación de hotel en la que ella podía hacer lo que quería, con sus respectivas seguridades —cero objetos cortopunzantes, cero lazos...—. Él terminó de ordenar y ella por fin despertó.

—Viniste —ella sonrió entusiasmada de verlo.

Ella creía que en algún momento él lo iba a dejar de hacer.

—Te despertaste de buenas por lo que veo, yo cuando tomo una siesta en la tarde siempre me despierto de malas.

—Ya lo sé —ellos se sonrieron, pero esta vez de una forma diferente y especial. Sin hipocresías, sin falsedades, sin ningún doble sentido. Fue honesto y puro.

Ellos hablaron de tantas cosas haciendo de su momento único y especial. Por un momento se olvidaron de la realidad en la que estaban posicionados. Hablaban de cosas sin importancia realmente, y otras, que se merecía todo el tiempo que estaban invirtiendo para hablarlas. Pero había un tema en específico que no lo tocaban ninguno de los dos; El futuro de ellos.

Jin por un lado no quería tocarlo por su miedo a pensar que no había futuro para ellos; en cambio, Nara, no quería tocar el tema porque sabía —y apostaba— que no había futuro para ellos, sin embargo, no quería aceptar —aún— su triste historia. Pero en el fondo los dos estaban claros en ese punto.

—Nam en este momento está de viaje en Latinoamérica por un trabajo que nos encargó papá, solo que él está ayudando de mi parte para que al menos yo no te deje sola. Al parecer la novia de Nam es de latinoamericana y está con una amiga aquí en Corea, no me dieron razones y yo tampoco pregunté. Creo que él la presentará a su debió tiempo.

>> Nara, solo has probado un bocado —cambió bruscamente de tema al ver que ella seguía evitando el plato de comida.

—Es que esta comida es fea. Si tú pruebas un bocado sin hacer caras, o sin querer vomitarla, te prometo que me comeré todo de un solo bocado sin hacer ninguna expresión de horror.

En el fondo ella sabía que Jin era muy peculiar cuando de comida se trataba. Él amaba tanto la comida que para él era imprescindible que una comida estuviera hecha a la perfección. Por eso, ella estaba clara que lo podía manipular y evitar que la obligará a comerse lo que todos lo solían decir "cena", cuando claramente para ella, eso podría ser cualquier cosa menos cometer tal atrocidad llamándole "cena".

—Creo que no tienes una dieta específica, voy a preguntar para irte a comprar algo de comida por ahí. ¿Qué se te antoja?

—lo que sea, Jin, lo que sea con tal y sea digna de entrar a mi estómago.

♣️HOUSE ♥️OF♦️ CARDS♠️ (Kim Seok Jin)🔞 #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora