The Royalty. III

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Valentina.



Edward sujetaba mi mano mientras corríamos por el puente que había para llegar al muelle y poder observar el atardecer. habíamos viajado un par de horas solo para admirar un rato esta hermosura, ambos respiramos agitadamente mientras tanto nuestras manos seguían unidas, las personas nos miraban extraño pero eso no era tan importante como esto que estaba pasando ahora mismo. Edward fue por unos helados mientras tanto yo esperaba en una esquina mirando hacia la nada, habían pasado solo dos días desde que escape del palacio, dos días que bastaron para conocer un poco mas los sentimientos de Edward.

Me sentía fatal mintiéndole sobre mi identidad, me sentía la peor persona del mundo por mentirle a un chico tan lindo, aun chico el cual me ofreció su departamento aun si conocerme, aquel chico que me ha dado tantas risas desde que estoy con el.

- Helado de vainilla para una hermosa chica.- un cono de helado estaba justo frente a mis ojos- olvide preguntar cual era tu helado favorito, por eso traje del típico sabor.

-En realidad es mi sabor favorito.-probé un poco de aquel helado- esta delicioso.

- Es una vista hermosa, me gustaba venir aquí cuando me sentía triste.- el se giro viendo el precioso atardecer que se aproximaba.

-¿Ya no lo haces mas?

El no respondió.

- Lo siento no quería incomodarte, a veces no controlo mi gran bocotá.- sabia que el tenia problemas, sabia que hace tiempo lo habían lastimado, lo sabia por su cambio repentino que tuvo estos dos días que estuve con el.

Hubo un silencio de unos minutos, ninguno de los dos hablaba solo mirábamos cualquier cosa que pasaba frente a nuestros ojos.

- Mi madre murió hace diez meses.- soltó repentinamente- no hablo con mi padre desde su muerte, mi hermana desapareció de aquí es como si ella se hubiera borrado del mapa, estaba tan deprimido que incluso preocupe a los chicos demasiado, así pasaron los meses... sintiéndome cada vez mas solo.- podía escuchar como su voz temblaba, estaba a punto de llorar- no hasta hace dos días, en donde una chica loca subió a mi auto para sacarla del lio en el que estaba, ella cambió algo en mi, ella hizo  que de nuevo volviera a reír cuando había olvidado como hacerlo, ella hizo que volviera a sentirme vivo en tan solo dos días.- el se giró hacia mi- cambiaste algo en mi, no se quien diablos eres pero para mi eres como un ángel caído del cielo, me salvaste, me salvaste del abismo en el que había caído.

Y en ese momento me sentí la peor persona de todo el mundo, quería huir de ese lugar, desaparecer con solo un chasquido.

- Solo dos días basto para sentir cosas por ti Hailey.- el se acercó a mi quedando a pocos centímetros- quiero besarte, necesito hacerlo.

-Entonces hazlo...- sus labios tocaron los míos en un beso tierno, no era rápido, era perfecto, una lagrima se deslizo por mi mejilla mojando nuestros labios, haciendo que Edward se alejara un poco para mirarme confundido.

-¿No debí hacerlo? ¿Fui demasiado rápido?- negué mientras mis lagrimas ya estaban presentes, la culpa me estaba matando.

- Edward... estos dos días no he sido sincera contigo, ni siquiera se como decírtelo.- me aleje un poco de el para cerrar mis ojos y pensar, pero todo paso tan rápido, como si todo estuviera en cámara lenta, al abrir mis ojos llorosos los guardaespaldas del palacio ya estaban rodeándonos, haciendo que algunas personas nos rodearan.

Había al menos treinta guardaespaldas, junto a mi estaba John y frente a mi estaba Edward el cual me miraba un poco sorprendido por todo lo que estaba pasando, hasta que el pareció entender la situación, haciendo paso entre todos el desapareció no antes de mirarme con rencor. No dude ni un segundo en seguirlo, tenia que explicarle, no sabia como pero tenia que hacerlo, levante mi mano para detener a John y no me siguiera.

One Shots De Harry Styles 🍉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora