Amores de media noche. II

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Jade.

Tenia una grande sonrisa como el gato de Alicia, mi cita con Edward cada vez estaba mas cerca, por fin iba a tener una buena conversación con aquel chico que me hacía temblar, aquel chico con el que me sentía bien a pesar de nunca haberle hablado. Mi reloj marcaba las ocho de la mañana, levantarme temprano no era lo mío en realidad nunca lo fue, pero esta vez valía la pena hacerlo, me pare de mi cama para ir al baño y cepillarme los dientes.

Me miré al espejo y por mi primera vez me sentí especial.

Baje por las escaleras para tomar mi desayuno de todas las mañanas "fresas con yogurt" mi favorito, Jason estaba ahí mientras observaba algo en su celular y comía con tranquilidad su cereal de chocolate.

- ¿Qué mosco te pico ahora? - Jason me pregunto.

- Solo me dieron ganas de levantarme antes, pide un deseo no creo que se repita. - Seria una tonta si le dijera la verdadera razón por la cual estoy ahora mismo así.

- Mis papas salieron de viaje, fue algo inesperado así que estoy a cargo. - Mi sonrisa se desborono, tenia que inventarle algo para que me dejara salir-. Así que nada de salidas después de las siete, mis amigos vendrán a la piscina durante un rato para que no molestes como sueles hacerlo.

- ¿Por qué me odias tanto? - Desde niña sentía un sentimiento de odio hacía a mi por parte de Jason-. Se que no me soportas, pero por favor no me trates como si fuera una desconocida para ti.

- Él se quedo un momento en silencio pensando aquello que había dicho-. Solo no salgas de tu habitación. - Aquella oración no me respondía nada en absoluto.

- Se que no lo demuestro mucho o que a veces tenemos peleas, pero a pesar de eso eres y siempre serás importante para mí. - Jason me observo de nuevo como sino supiera que responder-. Esta noche saldré con alguien y tu no lo vas a arruinar.

- ¿Ahora entiendes porque mi odio hacía a ti? Siempre finges lo que sientes, ni siquiera te importas a ti misma, ahora entiendo porque siempre fuiste invisible para la familia. - Aquello me hizo sentir furia, demasiada furia.

- ¡Mira quien lo dice! El que siempre finge ser el hijo perfecto para que nuestros padres no se den cuenta de que eres un completo idiota, si yo tengo una vida de mierda, créeme que la tuya es peor. - Deje mi desayuno a medias para dirigirme a mi cuarto y comenzar a ver que usaría para esta noche.

Toda la tarde estuve revisando mi closet, pero nada era de mi agrado, necesitaba urgentemente un cambio de guarda ropa. Decidí usar un vestido negro que llegaba un poco mas arriba de mis rodillas, una chaqueta de mezclilla, mis botines negros y por último decidí ponerme un sombrero negro, era una buena combinación. Arreglé mi cabello en pequeñas ondas y decidí usar solo un poco de maquillaje, nada fuera de lo común.

Solo esperaba que le gustara a Edward.

Faltaban quince minutos para que dieran las siete, así que con mucho cuidado de no tener un accidente baje por mi ventana para ir directo a mi cita. Consumo cuidado de que no me vieran desde la piscina, salí corriendo lo más rápido fuera de casa.

Estaba a tan solo una cuadra de mi destino, por dentro estaba que me moría de nervios, por fin conocería más a fondo a Edward. Afuera de la cafetería estaba aquel deportivo negro que me gustaba mucho, al llegar abrí la puerta lo cual hizo que Edward me mirara con aquellos ojos divinos que se cargaba, subí al coche rápidamente.

- ¿Llevas mucho tiempo esperando?

- Hace unos minutos que llegue, no te preocupes, ¿estás lista? - Asentí con mi cabeza, el no dudo en encender el coche y arrancar en menos de dos segundos-. Lindo vestido.

One Shots De Harry Styles 🍉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora