Tienes que estar bromeando. - habló Zoe con incredulidad.
- Me gustaría, pero no.
Hundí la cabeza en mis manos, dejando que un suspiro saliera de mi boca. Cuando levanté la cabeza, las dos me miraban. Erin se dio la vuelta lentamente en la silla, su rostro daba la impresión de que estaba sumida en sus pensamientos.
- Bueno, ¿qué vas a hacer? - preguntó Zoe. Se sentó a mi lado en la cama.
- No hay mucho que pueda hacer, sabe donde ******.
La puerta se abrió de golpe para revelar a Charlotte jadeando. Se agachó para deshacer los cordones y quitarse los zapatos. Se apartó el pelo de la cara, tratando de domar sus cabellos salvajes.
- Siento llegar tarde, ¿qué me he perdido?
Dejó caer el bolso al suelo antes de subirse en la cama y cruzar las piernas. Me miró con expectación, pero Erin habló.
- __ está siendo acosada por un tipo muy atractivo, pero da miedo, la siguió hasta su casa, la vio en ropa interior y luego volvió a la mañana siguiente, y ahora es el mejor amigo de su madre. - dijo Erin.
Charlotte abrió los ojos de par en par.
- Oh, e irá a una cita con él esta noche. - finalizó Erin.
- ¿Q-qué?
Hubo silencio por unos segundos.
- ¿Justin te siguió a casa? Sabía que tuvo que haber estado contigo esa noche. - echó los brazos hacia arriba.
- ¿No puedes decirle que no? - preguntó Zoe.
- Pero sabe dónde ******, y mi madre piensa que es lo mejor del mundo. Deberías haberla visto ayer. Y además, todos sabemos acerca de su reputación.
Puse mi mano sobre mis ojos, deseando no haber nacido y así no habría conocido nunca a Justin. Me apoyé en el hombro de Zoe mientras envolvía sus brazos alrededor de mí.
- Estará bien. - trató de tranquilizarme.
Pero algo en su tono me hizo pensar que no estaba convencida de sus palabras.
- ¿__? - dijo mi madre al otro lado de la puerta.
- Pasa.
Abrió la puerta, su sonrisa se desvaneció cuando me vio tirada en la cama.
- ¿Por qué no estás vestida? Justin llegará pronto.
Puse los ojos en blanco, ojalá supiera quién era en realidad. Comenzó a caminar a mi armario, pero rápidamente la detuve, levantándome de la cama y poniéndome delante de ella.
- Mamá, no puedo hacerlo. - resoplé.
- No seas dramática, __.
Una vez que salió de la habitación cerrando la puerta tras de ella, me tiré de nuevo en la cama. Maldije en voz baja. De repente, comenzó a sonar mi teléfono. Un nuevo mensaje. Me levanté y lo abrí.
''Te llevaré a cenar. Ponte algo sexy. J''
No le respondí, lanzando el teléfono encima de la cama. Me dirigí hacia el armario, sacando una camiseta, que más que sexy era bonita. Moví las manos hasta el dobladillo de la camiseta, pero me detuve antes de quitármela. Eché un vistazo por la ventana, cerrando las cortinas. Me desvestí, arrojando la ropa al suelo. Me apliqué un poco de maquillaje, rímel, un brillo de labios transparente y un poco de colorete en las mejillas. Tomé una respiración profunda.
- Mierda.
Salté cuando escuché el teléfono de nuevo. Tragué el nudo que tenía en la garganta mientras abría el mensaje. Para mi suerte era de Erin.
''Ten cuidado, las chicas y yo pensamos en ti''
Sonreí, sabiendo que ellas estaban ahí para mí. Puse el teléfono en el bolso junto con las llaves y otros artículos esenciales. Miré el reloj. Justin llegaría en 10 minutos, sentí que mi corazón subía hasta quedarse en la boca. Lo odiaba.
Oí un coche estacionando fuera. Me acerqué a la ventana, asomándome detrás de la cortina. Justin bajó del coche. Cogí mi chaqueta, me puse los zapatos y salí del dormitorio. Cuanto antes saliera, mejor.
- ¡__! Justin está aquí.
- ¡Muy bien! - espeté.
No quise ser tan dura, pero toda la situación me superaba. De mala gana, bajé las escaleras para encontrar a mi madre en la sala de estar esperándome.
- Te ves hermosa. - dijo.
- Gracias.
Me dio un beso en la mejilla antes de darme un codazo. Volví la cabeza para ver cómo desaparecía dejándome sola en el pasillo. Respiré profundamente, tratando de prepararme. Entonces, se oyeron unos toques en la puerta. Agarré el pomo con nerviosismo. Abrí la puerta para ver a una figura alta y una diferencial sonrisa con hoyuelos.
- Hola cariño.