capitulo 157

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Su nariz frotó la mía suavemente, uniendo nuestras manos. Vi cómo se quitaba la gorra, colocándola en mi cabeza, antes de tocarse sus mechones sudorosos y apartarlos de su frente.

- Vamos, te llevo.

No me negué, secretamente aliviada de recibir ayuda e insegura de haber hecho el camino por las escaleras con las piernas sacudidas. Justin no se inmutó mientras enrollé mis brazos alrededor de su cuello, trepando sobre su espalda. Si hubiera estado más alerta habría sido inquisitiva sobre su falta de esfuerzo físico. Tal vez era la adrenalina de evitar la exposición a nuestro encubierto jugueteo, a pesar de nuestra interrupción.

Me preguntaba si Za es como un dolor en el cu*lo cuando está sobrio.

Una vez que estábamos bajando las escaleras, Justin se dirigió hacia la piscina. Mi cabeza apoyada en su hombro, el hombro que había mordido hace unos diez minutos antes para disminuir la necesidad de gritar en éxtasis. Había algunas personas dando vueltas en el agua. Za estaba sentado en el borde, con los pies dentro y salpicando con entusiasmo a cualquiera dentro del lugar. Parecía que tuviera un poco menos vidriosos los ojos, pero si por las risas fuera, hubiera dicho que todavía estaba borracho.

Me deslicé de la espalda de Justin a la hierba, tomando su mano y caminando hacia la piscina un poco inestable.

- Nunca te tomé por un hombre de “di mi nombre, di mi nombre”, Jus. – fue lo primero que pronunció la boca de Za.

Justin le dijo que se fuera a la mier*da, segundos después de comenzar a quitarse la ropa. La ejecución no era tan agitada como antes, pero todavía tenía ese atrayente sensual, algo que acelera tu corazón. En el momento en el que estaba en bañador, yo estaba casi babeando. Espero que las mordeduras de amor y arañazos de color rosa pasen desapercibidos.

- ¿Vas a entrar?

Asentí con la cabeza, llegando a arrastrar fuera mi chaqueta y colocándola al lado de la ropa desechada de Justin. El botón de mis pantalones cortos fue quitado, calzándome de ellos un poco consciente. Se reunió en mis pies ahora desnudos mientras los dedos de Justin cogieron el dobladillo de mi camiseta.

- Mier*da. – susurró en aprecio.

El rubor caliente subió a mis mejillas mientras yo estaba nerviosa y sufriendo la quemadura de la mirada amorosa de Justin. El bikini fue tanto para Justin como lo fue para mí. Y a juzgar por la expresión enamorada, conseguí mi objetivo de impresionar.

- Te ves increíble, pero si cualquier hombre te mira mucho le voy a aplastar la cara.

Típico de Justin.

***

- No sabía que Chaz iba a venir. – examiné con una sonrisa.

Hayley y yo flotábamos cerca de la parte menos profunda, mi cabello ahora húmedo y pegado a mi espalda.

- Oh, yo lo invité.

Ella tímidamente miró hacia donde los chicos estaban jugando en el agua, en la parte profunda. Chaz esbozó una sonrisa y ella se deshizo en el azul claro que nos rodeaba.

- Ohh. – bromeé.

- Cállate. – respondió.

Estaba a punto de atormentarla un poco más, hasta que grité en respuesta a Justin emergiendo en frente de nosotras. Parecía satisfecho con la reacción, con una sonrisa radiante.

- Damas. – asintió con la cabeza a las dos. - ¿Quieres que te lleve?

Hayley nadó a lo largo del lado de nosotros, hablando con Justin mientras yo me establecía en su espalda. Mis brazos se congregaron libremente en su cuello, casi flotando con el arrastre del agua propulsándonos hacia delante. Vi las ondas de agua lavando por mi mejilla húmeda para el hombro de Justin.

- Maejor Ali está aquí. – Za habló desde su posición en el borde de la piscina.

- ¿En serio?

- Sí, vino mientras ustedes hacian sus cositas.

Hayley se echó a reír mientras yo deseaba que el agua se abriera y me tragara. ¿Por qué tenía que avergonzarnos? Chistes sobre nuestra abrupta salida provocaba risas en el grupo que había alrededor nuestra, en la piscina, la diversión a costa mía y de Justin. Afortunadamente, la gente comenzó a nadar lejos para participar en un juego de captura con una pelota de playa.

Un ambiente de tensión escalofriante había sobre la piel de Justin y en consecuencia la mía. Yo me quedé descansando sobre él.

- Deberías ir a hablar con Maejor. Ha escuchado algunas cosas Jus.

Za no era optimista, el ceño fruncido tomando sus rasgos de preocupación habituales. No le quedaba bien.

- ¿Sobre qué?

- Sobre el antiguo vecindario. Es decir, podrían ser sólo rumores, pero sonaba muy convencido de que era…

Za me miró y de repente sentí que no debería haber sido parte de la conversación, o incluso presente en la duración de la misma. Mis manos se deslizaron de su posición en torno a Justin, pero él se negó a dejarme ir, garantizando su seguridad.

- ¿Él está seguro?

- No lo sé, es difícil de decir. Sin embargo, deberías ir a hablar con él.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora