- P-por favor no, es demasiado. - Susurré.
La mirada de sus hermosos ojos me hizo creer que estaba desesperadamente pidiendo mi perdón. Pero mis palabras fueron mal interpretadas, Justin pensando que quería detenerlo por completo. Cuando se movió a salir suavemente de mí, tomé su cadera.
- No... Quiero sentirte.
Yo sabía que él era consciente de lo que estaba pidiendo. Pero él todavía parecía reacio a cumplir.
- Por favor. - Sonreí débilmente.
Inclinándome hacia arriba, mis labios contra los suyos, mis dedos encontrando sus ahora húmedos mechones. Justin tarareó profundamente en el beso. Manteniendo el ritmo mientras seguía dentro de mí. El aliento caliente siendo emitido en el pequeño espacio entre nuestras bocas, vulgaridades saliendo de la figura de ángel encima de mí. Justin estaba luchando para aguantar, pero segundos más tarde grandes manos se deslizaron por debajo de mí. Di un grito ahogado, mi torso se levanto del colchón en cuanto Justin me abrazó con fuerza entre sus brazos. Mi cabeza cayó hacia atrás mientras me dio unas cuantas compresiones rápidas. Me envolví alrededor de su cuerpo.
- Mierda... __. - Justin gimió.
Mi respiración parecía salir a tirones de mi garganta mientras sentía a Justin temblar dentro de mí, liberando su calor en el condón. Nuestros pechos estaban apretados, el latido de nuestros corazones retumbando tan furiosamente como el del otro. Besos fueron presionados por su cuello, una vena prominente que sobresalía en cuanto Justin salió de su orgasmo.
Me puso con cuidado sobre las almohadas, mi cuerpo sintiéndose adolorido, completamente agotado cuando quede en el edredón.
Justin dulcemente besó mis labios, antes de colapsar sobre mí.