Cerré los ojos antes de dar vuelta rápidamente hacia él. Jake estaba sonriendo, asumiendo que su comentario me había molestado. Él no estaba preparado para lo que le iba a suceder. Sostuve sus hombros mientras le daba un rodillazo en su entrepierna. El dolor se grabó en sus facciones.
- Mierda. - se quejó antes de agacharse.
Sus manos protegieron la zona dolorida, incluso algunos de sus amigos se rieron de él. Me giré para ver a Justin sonriéndome. Se echó a reír cuando me acerqué a él.
- Dijiste que la violencia no es la respuesta.
- Sí, pero el cabrón se lo merecía. - admití.
Justin seguía siendo mientras agarré la parte posterior de su cuello, acercándolo hacia mí. Nuestros labios se apretaron con fuerza mientras lo sentí envolver sus brazos alrededor de mi cintura, poniendo nuestros cuerpos más cerca. Gimió cuando su lengua se abrió paso en mi boca. Dejé escapar un grito pequeño cuando sus grandes manos se apoderaron de mis caderas, poniéndome encima de su hombro y llevándome en la dirección opuesta.
- Vamos, cariño.
***
La cabeza de Justin descansaba en mi regazo mientras jugaba con sus mechones. Nos sentamos bajo un árbol, a la sombra, fuera del calor. Me di cuenta de que Justin disfrutaba cuando mis dedos peinaban su cabello, rasqué suavemente con las uñas su cuero cabelludo. Pensé que se había quedado dormido hasta que su voz ronca habló.
- __
- ¿Mmm?
- ¿Dónde está tu padre?
Dudé un instante, deteniendo mis acciones antes de continuar. Su pregunta me tomó por sorpresa.
- ¿__?
- Yo, umm...
Se levantó, sacando su cabeza de mi regazo para sentarse frente a mí.
- E-él murió cuando tenía 11 años. - hice una pausa mirando mis manos. - Fue en un accidente de coche. - hablé en voz baja.
La gran mano de Justin se acercó a mí, envolviendo la mía.
- Lo siento. - susurró.
Levanté la cabeza para mirarlo, sus ojos mieles estaban llenos de preocupación mientras me miraba. Le di una sonrisa débil, después me abrazó. Un sentimiento de protección corrió por mi cuerpo cuando Justin me llevó con él a acostarme en la hierba. Me sentí segura. Sus labios besaron la parte superior de mi cabeza.
- Lo querías. - dijo en voz baja.
- Mmm. - afirmé contra su pecho.
Nos quedamos en silencio por un corto tiempo, las puntas de sus dedos acariciaban mi piel caliente. La luz de la tarde fue desapareciendo gradualmente mientras nos quedamos tumbados en la hierba.
- Me gusta tu pelo cuando está suelto. - susurró.
No me opuse cuando tiró suavemente la goma. El largo cabello cayó sobre mis hombros, sus dedos lo peinaron.
- Así está mejor.
Puse mi mano sobre su pecho, apoyándome un poco para darle un beso en la mejilla. Pero él movió su cabeza en el último segundo, y nuestros labios se conectaron en un beso. Me eché hacia atrás, él sonreía.
- Hey. - lo golpeé juguetonamente en el brazo.
- Hermosa.