Capitulo 13

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Apliqué más presión haciendo gemir a Justin en señal de aprobación. Mi nombre cayó en jadeos entrecortados de su boca. No podía creer lo que estaba pasando, no debería de estar sucediendo. Pero era demasiado curiosa como para detenerme. La humedad comenzaba a acumularse en el tejido negro y los gemidos de Justin eran cada vez más frecuentes.


Movió la cabeza hacia atrás. Cogí la parte de atrás de su cuello mientras la otra mano continuaba moviéndose contra su bulto prominente. Me incliné hacia delante colocando los labios sobre la piel caliente de su cuello. Sus dedos se clavaron en mi espalda cuando empecé a chupar. Por una vez era yo quien tenía el control. Un profundo gemido salió de su garganta aumentando la intensidad de mi boca, succionando tan fuerte como podía. Quería que él supiera cómo se sentía estar al lado de alguien tan imponente.

Un gemido ahogado resonó por la habitación y un calor húmedo se extendió en los calzoncillos. Justin continuó respirando pesadamente mientras otra ola se estrellaba contra él. Sus manos me abrazaron y sus caderas se sacudieron hacia arriba, desesperado por más contacto.

- __.

Le mordí el cuello y él se quedó inmóvil. Dejó escapar un grito ante mis acciones dominantes, pero rápidamente decidió invertir los roles. Nos dió la vuelta, mis labios perdieron el contacto con su piel. De repente, me encontré debajo de él. Agarró mis muñecas con una de sus manos, moviendo los brazos por encima de mi cabeza. Le miré nerviosamente, después vi la dolorosa marca de aspecto púrpura en el cuello. Me sorprendí cuando le ví sonreír.

- ¿Fue una venganza? - preguntó sonriendo.

No le respondí.

- Tal vez debería molestarte más a menudo. - se rió entre dientes. - Es divertido.

Cerré los ojos cuando cerró la distancia con un beso intenso. Su toque me dejó débil cuando pasó la lengua por el labio inferior. Soltó mis muñecas y se levantó, caminando hacia el otro lado de la habitación. Me senté, apoyando mi peso sobre los codos. No podía dejar de admirar la forma en que los músculos de su espalda se expandían y contraían al caminar. Se volvió hacia mí. Tenía un bóxer en la mano, me guiñó un ojo y entró en el cuarto baño. Mis dedos se movieron cuidadosamente hacia mis labios, el cosquilleo que sentí cuando me besó aún persistía en mi boca.

***

Miré la puerta, Justin emergió en tan sólo unos bóxers. Tiró la ropa en el cesto. Tenía el pelo alborotado, todavía ligeramente húmedo por la ducha. Pequeñas gotas de agua brillaban por su cuello y pecho. Su tonificado torso captó mi mirada, las líneas ' V ' de sus caderas desaparecían en sus calzoncillos. Aparté los ojos y miré su cara, que sonreía. Era hermoso.

- ¿Te gusta lo que ves? - sonrió.

Su risa se hizo eco en la habitación, mis mejillas ardieron. Me levanté apresuradamente cuando caminó por el otro lado de la cama.

- __.

Me volví para ver sus cejas levantadas en expectación. Mojó los labios con la lengua antes de hablar de nuevo.

- ¿A dónde vas?

Su piel desnuda y bronceada me distrajo por un segundo, pero me compuse rápidamente.

- Al sofá. - respondí titubeante.

Su pelo se movió mientras negaba con la cabeza.

- Quédate aquí.

Nerviosa, crucé la habitación hacia donde él estaba. Se inclinó hacia abajo, rozando su nariz contra mi mejilla. Después me besó en la cara. Mis pestañas revolotearon por la sensación.

- Entra.

Todavía le tenía miedo, a pesar del momento de intimidad que habíamos compartido antes. Me observó cuando vio que poco a poco movía mi mano hacia su cuello. Se estremeció ligeramente cuando mis dedos rozaron la marca sobre su cuello. Movió la cabeza a un lado, permitiéndome continuar.

Me metí en la cama y me arrastré bajo los confines cálidos. Olía como él.

- Hazte a un lado, cariño. - me guiñó un ojo.

Le miré a los ojos.


- Yo...

Él no esperó mi respuesta. Me empujó hacia un lado, y se subió. Me di la vuelta, jadeando cuando sentí un fuerte brazo alrededor de mi cintura. Empujó mi cuerpo más cerca del suyo. Sus dedos rozaron mi cuello.

- No te preocupes, pienso devolverte el favor. - susurró.

Entendí perfectamente lo que quería decir cuando sus dedos se deslizaron por la camiseta. Rozó la piel sensible justo encima de la parte superior de los pantalones. Sentí su risa ronca, haciendo que la piel se me pusiera de gallina. Me abrazó con fuerza y traté de alejarme.

- Justin.

Me dió un beso en la parte trasera del cuello, entrelazando sus piernas con las mías. Sentí un cosquilleo correr por mi cuerpo, sintiendo su aliento cálido sobre mi piel. Incluso cuando se quedó dormido, él seguía sujetándome. Me pasé despierta lo que parecieron horas, mi mente, trataba desesperadamente de averiguar lo que había pasado con mi vida normal.

Había aparecido Justin

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora