capitulo 140

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- ¡Estás fuera de combate! - grité.


Tenía a Justin sobre su estómago, yo estaba sentada sobre su espalda baja, justo por encima de su trasero con la rodilla a cada lado de la cintura.


Me sentía extrañamente realizada, sujetando su brazo derecho alrededor de su espalda, que se doblaba en el codo. Mi visión una vez obsesiva con programas de vida policiaca me había proporcionado el conocimiento de la detención de un individuo. A pesar de toda la lucha juguetona, me hizo preguntarme si Justin había estado en esta posición antes, en el suelo, sujetado por la policía y esposado antes de ser escoltado a una furgoneta antidisturbios esperando.


Fue emocionante mantener la posición dominante, por una vez, pero me di cuenta de que se estaba conteniendo, permitiéndome disfrutar de nuestro juego. Nuestras diferentes fortalezas se hicieron evidentes cuando el teléfono de Justin comenzó a sonar. La liberación de su muñeca fue demasiado fácil para mi gusto, pero me negué a moverme de mi posición cómoda.


- Fácil. - Justin se sacudió por sorpresa cuando busqué en el bolsillo trasero de sus pantalones.


Estaría mintiendo si dijera que rechacé la oportunidad de sentir su trasero mientras lo hacía. Un rápido vistazo a la pantalla confirmó que era una de las amigas de Justin. Le di al botón de responder la llamada y pegué el teléfono a mi oreja.


- Hola Hayley.


- ____. - Justin se retorcía debajo de mí.


Incliné mi peso hacia delante una vez más, tomando su brazo de nuevo.


- Ah, ____. En realidad era contigo con la que quería hablar. Traté de llamarte, pero tu teléfono está apagado.


Sonaba como si estuviera un poco preocupada, pude oír un estruendo. Hayley se movió lejos del ruido y una puerta se cerró.


- Oh sí, tengo que cargarlo.


Las últimas palabra subieron de tono, riendo mientras Justin bruscamente movía sus caderas del suelo, en un intento fallido de librarse del agarre. Hayley no pareció darse cuenta, continuando con la conversación.


- Me encantaría...


-- _____. - interrumpió Justin.


Yo hábilmente coloqué el teléfono contra la oreja y el hombro, usando mi mano libre para frenar a Justin completamente.


- ¿Está todo bien? ¿Dónde está Justin? - Hayley expresó su curiosidad.


- Está indispuesto en este momento. - me reí, luchando por mantener el teléfono entre la oreja y el hombro, mientras continuaba agarrando la muñeca de Justin detrás de la espalda.


- Ja, ja. Muy graciosa. - Justin gruñó en la alfombra.


- Bueno, te veré fuera de la cafetería frente al cine a la una.


- ¿Puedo llevar a unas amigas mías?


- Por supuesto, nos vemos todas allí. - dijo ella alegremente.


- Nos vemos mañana.


Colgué el teléfono, inclinándome hacia delante una vez más, depositando besos burlones en la mejilla derecha de Justin. Me tomó un poco por sorpresa el áspero gruñido que reveló a través de la garganta con fastidio.


- Ya, ya. - me tranquilicé. - Que no venga todo el hombre lobo a mí.


- Te voy a morder. - respondió groseramente.


Estaba a punto de responder ingeniosamente, pero no sirvió de nada. Mis ojos fueron cerrados y en ese momento, Justin había negociado su fuga, sujetándome a la alfombra. Fue sorprendente, y con un poco de miedo, ver cómo le dio la vuelta a la situación.


- ¡Auch! - grité.


El teléfono que mis dedos tenían aferrados rebotó en el suelo acolchado. Me encogí de hombros mientras Justin se hundía en la curva de mi cuello, en un débil intento de proteger la piel de otro ataque con los dientes y labios de Justin.


- Te lo advertí. Prefiero esta posición de todos modos. - habló con aire de suficiencia.


- ¿Sólo me dejaste ganar?


No pude evitar que saliera un tono decepcionado. No había duda de que había sido indulgente conmigo, pero no me había dado cuenta de la cantidad de paciencia que Justin me había dado. Fue algo dulce.

Mi mano ahuecó su mejilla mientras se cernía sobre mí. El brillo de sus ojos se calentó con mi toque. Él no se dio a si mismo crédito suficiente.


- Creo que eres inteligente.


Una amplia sonrisa se inició antes de hundirse y besar la Oops! de mi nariz.


- Y yo te dejaré ganar en cualquier momento.


Yo empujé suavemente su pecho para poner a prueba su declaración, y, efectivamente, cambió con mi fuerza antes de rodar sobre su espalda. El televisor estaba tarareando silenciosamente de fondo, Justin sentado y apoyado contra la parte delantera del sofá. Me animó con una sonrisa juguetona a gatear hacia él y a sentarme entre las piernas dobladas. Nos sentamos en esa posición por poco tiempo, la cabeza de Justin descansando sobre mi hombro, mientras marcaba en mi teléfono. No pasaron ni dos minutos más tarde y yo ya había recibido los mensajes de confirmación de la asistencia de mis amigas para ir de compras.


- ¿Vas a salir con Hayley?


-Sí, mañana.


- ¿Quieres que te lleve? - ofreció distraídamente Justin, la mayoría de su atención fijada en la pantalla de la televisión.


Habíamos pasado las últimas dos horas y media viendo Supernatural, una serie con la cual lo había molestado en intentarlo. Me divertía al ver lo rápido que se había convertido sumergiéndose, hasta el punto de que me callara para poder escuchar el diálogo.


- Lucy, Charlotte y Zoe también van. - le informé tranquilamente.


- Uh, está bien, puedo llevarlas a ellas también.


Le di un beso en la mejilla, a sabiendas de que no se había recuperado por completo de su última reunión con ellas. Con el interrogatorio y su intento de hacer que Justin probara su profesión.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora