capitulo 153

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_____'s POV:


Perra. Ella seguía sonriéndome. Perra sin invitar.


Mis puños se cerraron una vez más, dispuesta a golpear la mirada satisfecha de su cara. Hayley se fue, pero yo sabía que estaba a salvo. No estaba completamente segura de qué nos había tomado sobre nosotras mismas para romper nuestra pelea, ya que la mayoría estaba más que contentos de verlo. Sin embargo, a juzgar por la sensación del cuerpo pegado a mi espalda era un hombre. Su brazo derecho fuerte, pero el sistema de seguridad lejos de ejercer su pleno potencial.


Un deslizamiento de dedos era todo lo que tomó la nota de ganga. Un "omff" sin aliento se hinchó detrás de mí, algo así como que el árbitro de nuestra lucha pasó a situarse con un golpe sobre la hierba. Segundos fue todo lo que necesité para ir hacia delante y plantar mis manos en los hombros de mi competencia. La mirada de asombro brilló sobre sus ojos, en sustitución con lo que previamente se les inundó, algo de tranquilidad arrogante. No le pegué a ella, opté por un camino que algunos podrían decir que era infantil, pero realmente no me gustaba su vestido. Fue extrañamente satisfactorio observar mis esfuerzos peligrosos.


Tanto ella como su novio se sumergieron en la piscina. Ellos volvieron a surgir aturdidos y balbuceando agua de sus bocas. El maquillaje de sus ojos estaba corrido por sus mejillas. Le sonreí desde el borde de la piscina.


Al voltearme me saludaron con un aluvión de ruido, la gente gritando y me felicitaban por alguna extraña razón. Entretenimiento aparentemente. Mi altura no duró tanto como yo esperaba, la atención se desvió a una sola persona.

Justin estaba en el suelo, jadeando salvajemente y mirando más desconcertado de lo que jamás lo había visto.


Su gorra fue sacada de su cabeza, su cabello empujado de nuevo para volver a su lugar una vez más. Los cordones de sus zapatillas Nike se habían soltado de donde habían sido cómodamente metidos. Sentado, las rodillas flexionadas, las manos sosteniendo su peso detrás de él.


Me acerqué y le ofrecí mi mano, que la tomó inmediatamente. Me sentí como una niña desobediente cuando Justin me miró con desaprobación. La mano extendida fue utilizada como guía, ambos brazos extendidos en longitud óptima cuando Justin decidió dónde tener nuestra conversación inminente. Él fue por un área pavimentada, algo cerrada, ideal para colocarse sobre mí y regañarme.


- ¿Qué demonios pasó?


La primera acusación golpeó de lo más fuerte, lo que implicaba que tenía una opción en la materia. No lo hice, que es lo que nadie hubiera hecho.


- Ella estaba siendo horrible con Hayley, no iba a dejar que la insultara. Ni siquiera estaba invitada, y cuando Hayley le pidió que se fuera ella casi la empuja al suelo, Justin.


No estaba convencido, con el pulgar y el índice apretándose el puente de la nariz mientras escuchaba mi recital. Era consciente de la semejanza que retrataba a una disputa en un parque infantil. "Él dijo, ella dijo..."


- ¿Así que le pegaste?


- ¡Empezó ella! - casi grité a riesgo de sonar como una niña mimada.


Su cabeza se sacudió haciendo caso omiso a mi objeción.


- Deberías haberme llamado si había algún problema. - dijo exasperado.


Una arruga se formó entre sus cejas, pero no fue un síntoma de enojo, sino de inquietud. Sus ojos se suavizaron, bajando la cabeza para tratarme de una manera más íntima que la que tenía antes.


- No vas a estar ahí todo el tiempo, tengo que hacer algunas cosas por mi cuenta. - le expliqué.


Mi mano fue tomada delicadamente, frotando el pulgar con dulzura sobre la parte de atrás.


- Lo entiendo, pero no quiero que te pelees con nadie.


- Eso es un poco hipócrita, ¿no te parece?


Estaba dispuesta a tirar mi mano de la suya. Justin mantuvo la voz firme, preparado para elevarlo. Me sorprendió lo bien que estaba haciendo en dominar las emociones que podrían haber tomado en la mejor de las circunstancias.


- Estoy entrenado para dar y recibir golpes. Es parte de mi trabajo, no el tuyo.


- Tú fuiste el que me enseñó a hacer eso. - hice un gesto a la zona en la que el escándalo había tenido lugar - Para defenderme.


Al parecer, el estado de las cosas no civilizadas se habían calmado, las personas volvían a beber y a conversar con más naturalidad.


- _____, le diste un puñetazo en el estómago. - Justin casi suspiró.


Mier*da. Realmente no podía proclamar que fue en defensa propia, un hecho que había estado repitiendo en sostener en marcha mi caso. Le había dado una patada en la espinilla también, espero que le salga un moratón.


- No sabía que habias visto eso. - me moví incómoda en mis dedos de los pies. - Pero eh, me acordé de mantener el pulgar fuera de mi puño, como tú me enseñaste.


El interior de mi mejilla fue mordido mientras miraba tímidamente a Justin. Él estaba luchando en contra de una sonrisa y cuando estalló, mi estómago se volteó. Me sorprendió oír su risa áspera, la captura en su garganta mientras me daba vueltas en un brazo aplastado.


- Buena chica. - elogió, besando la parte superior de mi cabeza - Eres algo más, _____.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora