capitulo 18♥

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Era evidente que estaba borracho, le resultaba difícil caminar en línea recta. Le agarré el brazo y lo puse encima de mi hombro. Él hizo todo lo posible por no inclinar todo su peso sobre mí.

- Voy a conducir. - murmuró.

Sus largos dedos cavaron en su bolsillo trasero y sacó las llaves.

- No, no seas tonto. - dije con severidad.

Su risa profunda sonó mientras intentaba coger las llaves. Lo veía como un juego. Finalmente logré cogerlas. Fue difícil dirigirlo en la dirección opuesta a su coche. Resopló de mala gana.

- ¿A dónde vamos? - arrastró las palabras.

Medité ante su pregunta.

- Vamos a mi casa.

Parecía más que feliz con aquella decisión. Un suspiró salió de mis labios cuando su mano se deslizó por mi espalda, descansando sobre mi trasero antes de apretarlo. Le agarré la muñeca con fuerza, volviendo a poner su brazo en mi hombro, mientras se reía.

El camino a mi casa fue un desastre. Los constantes intentos por posar la mano en mi trasero lo hicieron más difícil. Suspiré de alivio cuando nos acercamos a la puerta de mi casa. Justin se apoyó en el marco de la puerta, sonriendo. Abrí la puerta y le ayudé a entrar.

Subimos las escaleras. Pensé que iba a resultar imposible, pero resultó ser más fácil que el camino a casa. Lo llevé a mi habitación y él se tiró en la cama.

- Quédate aquí. - dije.

Cuando volví, estaba sin camiseta. Vi como intentaba torpemente ver la marca roja que yacía en su estómago. Movió sus dedos hacia la zona haciendo una mueca de dolor.

- Ay. - murmuró.

No podía dejar de pensar en su comportamiento infantil. Se sentó, sonriendo. Me acerqué a él y trató de ponerme sobre su regazo.

- Justin, no.

Frunció el ceño y me senté a su lado. Sentí el calor irradiar de su cuerpo, sus muslos rozaron los míos cuando le dije que volviera hacia mí. Me observó fijamente. Se retorció bajo mi tacto mientras trataba de limpiar la sangre de su cara.

- No te muevas.

Se negó a escuchar, así que puse mis manos sobre sus hombros, empujándolo de espaldas sobre la cama.

- Hmm, me gusta esta parte de ti. - bromeó. - Hace calor.

Puse los ojos en blanco, frotando la tela sobre su labio gordo. Me di cuenta de que me miraba fijamente, su mirada intensa me traspasaba la piel. Nos quedamos en silencio unos minutos antes de romper el silencio.


- ¿Por qué me defendiste?

Estaba algo desconcertada por la pregunta, no muy segura de mi respuesta.

- ¿__?

- Te estaban pegando. - sacudí la cabeza en confusión.

Arrugó las cejas. Salté cuando empujó mis manos lejos de él.

- Puedo cuidar de mí mismo. - dijo con enojo.

Se puso de pie, caminando hacia la puerta. Me asusté cuando su mano se estrelló contra la pared. Se quedó de espaldas a mí, con la respiración profunda. Le miré nerviosa mientras se volvía lentamente. Sus ojos mieles vieron mi cara de susto. Miré su mandíbula y ví cómo sus rasgos se suavizaban. Su pecho desnudo subía y bajaba.

Contuve la respiración mientras volvía a la cama. Se sentó en el borde, me alejé sutilmente de él. Me agarró la mano, pero frunció el ceño mientras me alejaba. Él no sabía muy bien qué hacer, el alcohol en su cuerpo poco a poco perdía el efecto.

Moví la mano y continué limpiando el líquido rojo que goteaba en el costado de su cara.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora