capitulo 22♠

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El alcohol viajó por mi garganta relajándome el cuerpo. La posición de Justin cambió después de la segunda copa. Su mano grande rozó mi espalda, descansando sobre ella y forzaba mi cuerpo contra el suyo. Gemí ante sus acciones persuasivas. Inclinó la cabeza, mordiendo mi cuello, su aroma se hacía cargo de mis sentidos. Estaba perdida en sus caricias hasta que sus labios regordetes encontraron mi oído, después oí su voz rasposa con un toque de seducción.

- Baila para mí.

Él se echó hacia atrás, mirando hacia abajo, entendí lo que deseaba de mí. Cuando no respondí, movió su cabeza hacia la pista de baile. Numerosos cuerpos se movían con la música. Su mano me animó hacia aquel sitio. Si no fuera por las dos bebidas que había consumido, podría haberme opuesto a la idea. Me volví y él se sentó en un taburete, justo enfrente de mí. Su oscura mirada cayó sobre mí mientras apoyaba sus codos hacia atrás sobre la barra, esperando a que cumpliera su petición.

Había bailado en los clubs, pero no para alguien. Me moví vacilante, no muy segura de que lo él esperaba. Mi mente estaba confusa, pero decidí que era mejor dejarlo pasar. Moví las caderas lo mejor que pude. Las balanceaba. El alcohol en mi sangre me ayudaba en mis movimientos. Miré a Justin. Sus ojos parecían oscurecerse mientras miraba mi cuerpo, explorándolo de arriba abajo. Una sonrisa cruzó su rostro mientras deslizaba las manos por mi cuerpo.

Me dí cuenta de las otras miradas masculinas, viendo cómo movía las caderas. Pero ninguno de ellos intentaba acercarse a mí. Ellos sabían que era de Justin. Nunca había tenido esa atención, pero seguí bailando. Mi único objetivo era el chico de cabello rizado. Bebió un sorbo de su vaso. Dejé caer la cabeza hacia atrás. Me sentí como si fuéramos las únicas personas en el club.

Sonreí mientras Justin se movía en su asiento. Sus pies tocaron el suelo y se incorporó. Su figura imponente rápidamente se alzó sobre mí. Me dio una mirada juguetona, guiñándome un ojo. Me volví rápidamente, caminando a través de los cuerpos sudorosos. Torcí la cabeza para encontrar a Justin detrás de mí. Me mordí el labio inferior, burlándome de él. Una risita escapó de mi boca y sus ojos se volvieron más oscuros que antes.

Llegué a la esquina del club. Pero no tuve tiempo de darme cuenta cuando un par de manos grandes agarraron mis caderas.

- ¿A dónde vas, cariño? - susurró con voz ronca.

Su fuerte brazo serpenteaba alrededor de mi cintura, su otra mano permanecía en mi cadera. Estrechó los labios contra mi cuello. Di un grito ahogado cuando obligó a mis caderas, a mi espalda, a presionar contra su entrepierna.

- ¿Puedes sentir eso?

Me tensé, mi respiración aumentó, un bulto duro presionó contra mí.

- Eso es lo mucho que te deseo. - susurró.

Su tono de voz envió escalofríos por todo mi cuerpo. Dejé caer la cabeza sobre su hombro mientras apretaba mis caderas, cerré los ojos ante el contacto.

- Justin. - jadeé.

Pequeños gemidos salieron de mis labios cuando sentí su pecho vibrar en un gemido. Su nariz rozó la piel de mi cuello. Dejó un rastro húmedo de besos.

- Dime lo que quieres que haga.

Levanté la mano, agarrando la parte de atrás de su cuello. Comenzó a mordisquear el lóbulo de mi oreja.

- Dime. - me animó.

Agarré su camiseta en un puño.

- Tócame, por favor.

- Con mucho gusto.

Su toque caliente rozó por mi lado, deteniéndose a frotar círculos pequeños en mi cadera antes de bajar. Las acciones de Justin pasaron desapercibidas por los demás en el club. La esquina ocultaba nuestros movimientos a los jóvenes que estaban más interesados en bailar. Me quedé sin aliento cuando una mano corrió por el interior de mi muslo, lentamente enganchando el vestido. Abrí la boca cuando la punta de sus dedos rozó por encima de mi ropa interior. Trazó los patrones suavemente, haciéndome gemir. Aumentó la presión de su toque. Su risa profunda sonó en mi oído.

Di un grito ahogado cuando empujó la ropa interior a un lado. Pero lo detuve, envolví los dedos alrededor de su muñeca.

- Aquí no, por favor. - supliqué.

En un instante, agarró mi mano, tirando de mí hacia la salida.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora