Mi alabanza le hizo sonreír. Él sabía que yo estaba usando sus propias palabras en su contra. Mis rodillas se colocaron a cada lado de su pierna izquierda mientras bajaba mi cabeza a la altura de sus caderas. Coloqué mis manos a ambos lados de la suave piel de sus entradas, viendo los músculos tensarse cuando soplé aire caliente en la zona que estaba expuesta. Mis ojos tomaron una última mirada ansiosa a Justin que estaba esperando con impaciencia antes de que trazara una audaz línea con mi lengua por la longitud de esa erección.
No le di tiempo a Justin para adaptarse, teniéndolo en mi boca, ahuecando mis mejillas y chupando. Un grito ahogado salió de la boca de Justin, acompañado por gemidos entrecortados. Una mano temblorosa viajó a levantarme el pelo hacia un lado, lo que le permitió ser testigo del rosa de mis labios alrededor suyo. Sus caderas involuntariamente se levantaron, estimulado por la imagen. Acepté la palabra "maldición" que salió de su boca como una disculpa, su mano húmeda sobre la mía que descansaba sobre su cadera. Justin entrelazó nuestros dedos, apretando de vez en cuando, dándome la confianza para continuar. Pero sentí su muslo tensarse debajo de mí, cuando guié su toque a mi pelo, permitiéndome enredar sus dedos entre mis olas. Parecía un poco nerviosa, nuestras miradas fijas en la del otro.
- Está bien. - hablé en voz baja.
Quería mostrarle que no tenía que ser tan delicado conmigo todo el tiempo. Pero estaba agradecida por el hecho de que Justin sabía que no debía ser demasiado duro después de nuestra discusión de no hace mucho tiempo. Su miembro se retiró completamente de la calidez de mi boca, mi lengua lamiendo varias veces en el rosa de la cabeza. Me tomó por sopresa cuando su risa profunda y tensa sonó.
- No es un chupa chups.
Mi risa siguió, cortando su breve diversión mientras lo envolví una vez más. La palma de mi mano izquierda pegada a la parte inferior de su abdomen, sus músculos cada vez más tensos. Su mano suavemente empujándome más hacia abajo, el placer de Justin abrumaba mis sentidos. La naturaleza erótica de de nuestras posiciones empezaba a calentarme. Mis labios soltando a Justin de mi boca, su gemido resonando cuando froté mi entrepierna sobre su muslo. Creo que estaba un poco sorprendido, gimiendo en aliento mientras usaba su cuerpo para mi propio placer, el alivio de mis frustraciones reprimidas. Su pun*ta entró en mi calor húmedo que ansiaba desesperadamente, luchando por respirar mientras levantaba su muslo un poco más alto, mostrando su deseo de que continuara las acciones de mis caderas.
Justin se dejó caer completamente sobre su espalda, maldiciendo entre gemidos. Hice una mueca mientras sus dedos eran apretados entre mi pelo, el resultado de mi intento de tomar un poco más. Le respondí rastrillando las uñas a través de su estómago, asegurándome de dejar un par de rasguños. Un gemido de dolor vibraba como Justin desesperadamente tiró de mi pelo, obligándome a retroceder.
- ____, voy a acabar. - Justin habló con voz ronca.
Su tono de voz era duro y forzado, mi pequeña mano sustituyó mi boca mientras bombeaba su miembro palpitante. Mi mano izquierda miró a Justin a liberar mi cabello entrelazado con sus largos dedos, sabiendo que él trataría de evitar lo que yo deseaba experimentar. Una vez libre, mi boca lo envolvió. Alejé su mano cuando intentó detenerme. Quería probar a Justin correctamente, y por la asombrosa erupción de oscuridad a través de sus ojos, estaba claro que se había dado cuenta de mi intención.
- Mier*da.
Una mano grande viajó desesperadamente a sostener la mía mientras sus caderas se levantaron involuntariamente. Mis ojos fuertemente cerrados, Justin con voz entrecortada llamando mi nombre mientras lanzaba su orgasmo en chorros calientes en mi boca. Luché para tragar, lo que permitió a Justin acabar, el calor corría por mi garganta. Sabiá cómo me acordaba, salado como la primera vez que había tomado las gotas de la pun*ta de los dedos de Justin en mi lengua. Se deslizó de mi boca, su miembro descansando sobre su estómago mientras yo frotaba pequeños círculos en la parte inferior de la cabeza. El exudado lento significaba que estaba gastado, goteando sobre sus músculos abdominales tensos mientras su pecho subía y bajaba con dureza.
- ____.
No hice caso de la petición de Justin. Mi lengua se movió a lamer los restos de la sustancia blanca en su estómago, intentando limpiarlo. Desesperadamente me agarró la mano de utilizarlo como palanca para tirar un poco y coger mi antebrazo. Fui atrapada sin esfuerzo hacia el cuerpo de Justin. Él se rió suavemente, meneando la cabeza. La yema de su pulgar rozó la comisura de mis labios, recogiendo algunas gotas de su liberación. Tomé su pulgar más allá de sus labios, chupándolo. Me miró casi con admiración.
- Oh mi Dios. - expresó en voz baja.
- ¿Te gustó?
- Creo que eso está sobreentendido.
