capitulo 68

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- Sí. - respondí y no bruscamente antes de quitar su mano lejos de mí. - Justin. - grité, con bastante urgencia.

El hombe de pelo claro apareció momentos después. Parecía menos feliz con la situación frente a él. Tomó mi brazo entre sus manos, empujándome detrás de él. Él era alto y me tapó por completo.

- Ve y espera en la sala de estar. - habló en voz baja.

Apreté suavemente su mano antes de cumplir, moviéndome rápidamente hacia la sala de estar. En enfoque de Justin estaba ahora en lo que parecía ser un no invitado. Me agarré al marco de la puerta, asomándome para ver la interacción.

- ¿Qué es lo que quieres? - preguntó Justin con los dientes apretados.

- Vine para asegurarme de que no estuvieras llorando como una niñita antes de esta noche. - casi se echó a reír.

- Estaré allí. - la voz de Justin sonó dura.

Miré ansiosamente el intercambio entre los dos hombres imponentes. Mi corazón latía cuando me di cuenta que los largos dedos de Justin se curvaron en un puño. Pero mi visión fue al otro hombre que se asomó por el hombre de Justin para mirarme. La sonrisa en su rostro me puso en ventaja, a pesar de que sabía que Justin nunca dejaría que me afectara. La naturaleza excesivamente protectora de Justin tendría al gran hombre clavado en el suelo en cuestión de segundos.

- Me gustaría verla a ella también. - el chico sonrió.

Mi cuerpo se puso rígido. Los ojos mieles de Justin se encontraron con los míos. Se endureció antes de girar y empujar al hombre en el pecho. El hombre se tambaleó hacia atrás ligeramente.

- Vete a la mierda. - escupió Justin.

- No, compañero. Ya estoy en ella. - se rió.

La puerta se cerró con rápidez en su rostro. La respiración de Justin era errática. Me di cuenta de que estaba tratando desesperadamente de aferrarse a cualquier calma que poseyera. Me moví vacilante hacia él, consciente de que todavía estaba enfadado.

- ¿Justin?

Mi voz era tranquila. Inclinó la cabeza, sin mirarme a los ojos mientras se concentraba en encontrar un equilibrio. Acaricié su pelo, sabía que eso le calmaba. Su profundo suspiro me dijo que mis intentos tenían éxito. Mi cara se redujo ligeramente, encontrando el calor de su mejilla antes de colocar un pequeño beso.

- ¿Te duele? - brotó, esperando ansiosamente mi respuesta.

- No. - contesté, porque no quería provocar una reacción inncesaria.

Me quedé mirando las manos de Justin, eran mucho más grandes que las mías. El simple gesto me hizo sentir segura con su presencia.

- Cuando me enteré que gritabas mi nombre... - su voz se quebró.

- Sólo me asusté. - le interrumpí.

La postura de Justin pareció relajarse un poco, sus labios plantaron un suave beso en mi boca. Nuestras frentes apretadas, inhalando el aliento del otro. Sus pestañas largas hicieron cosquillas en mi piel.

- ¿Es el hombre con el que lucharás esta noche? - pregunté en voz baja.

- No, ese es su hermano. - su tono sostenía disgusto.

Cerré los dedos alrededor de él, formando un nudo en la garganta.

- No quiero que pelees. - susurré, con lágrimas en los ojos.

Los fuertes brazos de Justin me abrazaron protectoramente, mi cuerpo estaba envuelto en el suyo.

- Lo sé, bebé.

A dark boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora