Justin’s POV:
- ¡Pelea de chicas!
Fredo se animó considerablemente, mirando animado a su alrededor para ver dónde estaba teniendo lugar la pelea. Al encontrarla se centró de nuevo en su cerveza en la insatisfacción. La calma en la conversación no duró mucho, la vibra azul creciendo en curiosidad.
- Hey amigo, ¿dónde está ____? – preguntó un poco perplejo.
La había dejado en la piscina con Za, insistiendo que tuviera cuidado con ella mientras yo estaba ausente. Había esperado que el tiempo les diera la oportunidad de hablar. Sin embargo, el estado de Za de intoxicación probablemente dictaba a una discusión más inclinada a informar a la gente por el color de sus medias, nada de gran profundidad. Él es incluso más que una amenaza de lo habitual cuando se le ofrece un vaso lleno.
Fredo siguió mirando con impaciencia esperando mi respuesta. Sus cejas se levantaron en cuestión, una solicitud. Fue un empujón que me olvidé hasta que un hombre sin aliento irrumpió el ambiente informal. Su cabello era un desastre y la camisa que llevaba parecía estar abrochada en un orden extraño, los restos de una bebida derramada en la parte delantera.
- Hey, vamos, ¡hay algunas chicas allí abajo, en el fondo del jardín que están en ello!
El desconocido se retiró por donde había venido, derrapando al azar sobre el suelo laminado y las puertas dobles hacia la noche.
Mier*da.
Seguro que no, no ____, ella era la persona menos propensa a participar en una pelea. No podía ser ella. Pero esa tranquilidad no dejó de escarbarme, me levanté del sofá e hice una carrera hacia las puertas francesas en la parte trasera de la casa. Fredo estaba justo detrás de mí, corriendo a través de la cubierta y escaleras abajo. La piscina estaba en la parte trasera del jardín, el informante tejido entre las pequeñas reuniones de los asistentes en la fiesta, un camino el cual hicimos nuestra ruta como la de un vehículo de servicio de emergencia.
- _____.
Mi corazón se desplomó mientras la identifiqué difícilmente, la postura protectora de _____, parada sólidamente al lado de Hayley. Había experimentado una estatura comparable antes, recordando el momento en el que me había protegido contra una pared cuando apenas podía pararme. Un poco pequeño pero eficaz bloqueo, impidiendo a mi cuerpo recibir un ataque continúo de violencia. Prácticamente me había llevado de vuelta a su casa esa noche.
La noche que yo le había contado acerca de mi padre.
A medida que nos acercábamos, era fácil de ver la situación panorámica a cabo. Ella estaban atrayendo a un público cada vez mayor de espectadores sedientos, las tres chicas intercambiaban palabras acaloradas. No he podido poner nombre a la tercera chica, ella era más alta, pero no mucho, su estatura elevada por unos tacones haciéndola tambalearse. Y más aún cuando ella se lanzó hacia delante.
- ¡Vamos a por ella! – gritó Hayley.
Un puñado de cabello de ____ fue tomado, tirando de ella en un intento de dividirla a ella y de la alianza concreta de Hayley. En el momento en el que llegué al ring que rodeaba la audiencia, las uñas ásperas habían dejado marcas en la piel. Había visto muchas peleas en numerosas noches pero nunca llegaban a los golpes, a lo mejor un hormigueo rosa por una bofetada en la cara. Y casi siempre era causada por un tipo que engaña, quien pensaba que se podía alejar estando con dos chicas al mismo tiempo.